De vez en cuando la lluvia
El viento cambia. Entra frío, brioso. Ahora sí, las primeras gotas. Voy hasta el balcón. Abro la puerta-ventana de par en par. No me importa mojarme, ni que entre agua. Quiero que las ráfagas de viento me den en la cara, que la clorofila y el olor de la tierra mojada entren, invadan la casa.