Acompañada de una generosa campaña de marketing, el último trabajo escrito y dirigido por Oz Perkins (Gretel y Hansel), se estrenó en nuestro país el pasado mes de agosto.
”Longlegs” (2024)
La historia que nos presenta el director, según cuenta él mismo, está inspirada en el asesinato de JonBenét. Una niña de tan solo 6 años, famosa por ganar concursos de belleza y que apareció muerta en su casa, días después de denunciar los padres su desaparición.
”Ocurrió en Navidad. Los padres tenían una muñeca a tamaño real de su hija. La encontraron tirada en el sótano, en una caja de cartón y vestida como ella” dijo Osgood Perkins a un periodista.
El caso se tornó en un bochornoso espectáculo mediático, dejando al desnudo las costuras de la sociedad estadounidense.
Los hechos ocurridos, le proporcionaron el estímulo que necesitaba para dar vida a su última creación.
Sinopsis
Década de los 90, Estado de Oregón(EEUU). Una serie de masacres que parecen llevar la firma de un mismo asesino, son investigados por una joven agente del FBI, Lee Harker, protagonizada por Maika Monroe, It Follows (2014).
Los aterradores sucesos despiertan en Harker un interés, más que personal por encontrar al culpable. Su capacidad sensitiva y un extraño vínculo con el asesino, convierten a Harker en una agente bastante “especial”. La brujería, el satanismo y el vudú, completan este pseudo thriller sobrenatural algo irregular.
Dos estilos demasiado diferentes
Son dos veces las que he visto esta película.
En su día en el cine y ahora, por si me fallaba la memoria, alquilándola en una plataforma. En esta segunda ocasión, he abandonado la idea a los 20 o 30 minutos del final. No me gusta tropezar dos veces con la misma piedra.
Decir que es mala sería falso o al menos, no del todo cierto. No la concibo como una sola historia. Más bien parecen dos ideas en un mismo largometraje, con dos estilos claramente diferenciados y pegados a la fuerza. Uno notable, el otro…
Similar a empezar comiendo en «El Bulli» y terminar merendando en un McDonalds. Pasar, en lo que dura un parpadeo, de la menestra de texturas, a un McFlurry de Oreo.
Todo muy normal.
Y parecía que prometía
Nuestro Oz Perkins, en esta cinta tan complicada de etiquetar, se atreve con todo, tal vez con demasiado. Un thriller psicológico muy bien construido y con un ritmo pausado pero no lento, nos invita a observar la historia desde el borde del precipicio.
Y ahí es cuando notas el frio golpeándote en el rostro. Te proteges con el brazo, bajas la mirada y ves, en lo más hondo del acantilado, la oscuridad invitándote a saltar.
La cámara, con sus primeros planos, nos impide mirar el Mal a los ojos. Nos obliga a buscar su rostro, siempre a la sombra, dejándonos únicamente entrever esa inquietante sonrisa.
La luz del día, tan helada que estremece, nos lleva de vuelta a los inviernos más duros e inocentes. A una amarga melancolía que te atropella al descubrir, cómo de mentirosa es tu memoria. Pesadillas maquilladas por el tiempo. Recuerdos para olvidar.
El sol frio que acompaña toda la acción, da voz a cada uno de sus silencios. Sin prisa, con tensa calma y contándonos únicamente lo necesario. La historia sabe atrapar al espectador. Logra mantener la tensión, arrastrándonos por los conflictos que dibujan sus personajes.
Un guion que hasta ese momento bien podría haber escrito un David Fincher un pelín ebrio, si y tal vez algo trasnochado pero que aún así, sabe aguantarse erguido por si solo la mayor parte del tiempo, sin necesidad de abrazar bancos ni farolas.
Rodando, cayéndose por el barranco
Y llegó ese momento en el que Longlegs me descolocó totalmente. Optar por abandonar el thriller que tan bien habia construido, es una decisión totalmente absurda. Más aún, si la alternativa es lanzarse de cabeza al «fast food» de la industria del cine.
Ya no tentamos al peligro ni jugamos en el borde de aquel precipicio. Ese frio que sentíamos, desapareció del rostro en el fondo del acantilado, donde no hay nadie observándonos. Ahora, una brisa tan cálida que resulta sofocante, nos hace rezumar desgana y apatía por cada uno de los poros de la piel.
Tanto sinsentido, lo volvió todo vulgar y descuidado. Oz Perkins tomó el camino del terror intentando ofrecer su sello personal. Lamentablemente me resultó un intento ridículo. Tocó el cielo y se cargó su propio proyecto.
Deformarse hasta acabar siendo una caricatura
Con todo el papo del mundo y sin tan siquiera despeinarse, nos obliga a dar un doble salto mortal nada fácil de asimilar. De digno aprendiz de ZODIAC (2007) a ofrecernos un nuevo medicamento en fase de estudio. Algo así como una fusión entre Annabelle y La Monja.
Del thriller al terror sobrenatural. De las preguntas complejas a las respuestas rápidas sin apenas cocinar. Viendo como se desarrolla el guion, preferiría que los personajes se quedasen mudos. O yo ciego y sordo.
Aún con todo, muchos valoran más ese desenlace que los 70 minutos en los que se cuece toda la sustancia de la historia. Totalmente comprensible, faltaría más. Para gustos los colores, se suele decir.
Hasta Alvin y las Ardillas tienen sus fans.
Personalmente, el vino sin cocacola. Gracias.
Sí, y también Nicolas Cage
Por cierto, ¿había comentado que Nicolas Cage forma parte del reparto? Pues si, así es. Y aunque su personaje represente el mal en persona, el grado de terror que infunde, varía mucho según que parte de la historia lo acompañe.
Cuanto más sólida y compleja es la trama, más perturbador nos parece. Por desgracia, cuando todo se tambalea, me recuerda más a Joaquín Reyes imitando al cantante de The Cure que a un asesino en serie.
También es cierto que salir, lo que se dice salir, mas bien sale poco. Lo justo y necesario para dejar su impronta. Un efecto llamada para los amantes de Nick que no está reñido con el extra de calidad que añade al film.
Y digo yo, con la cantidad de proyectos en los que participa a lo largo de un año, ¿ habrá dado con la formula mágica para dosificar su cuerpo y mantenerse con vida?
Es el obrero de la industria del cine. Es la hormigonera de Hollywood. Dónde lo llaman, él ahí va. Se pasó el juego y no le importa que lo juzguen por participar en según qué proyectos. Es el único caso de actor famoso que cuanto más trabajo tiene, más criticado está.
Aún con todo, os la tengo que recomendar
Un pedrusco cayendo por la ladera sin nadie que lo pueda parar. Definitivamente esa es la esencia de Longlegs. Con lo bien que manejaba el coche de caballos, va el cochero y saltó. ¿Quien podría detener un carro cuando está cayendo cuesta abajo y sin frenos? Ni el mismísimo Nicolas Cage lo podía parar.
En unas semanas llegará a las plataformas de streaming sin necesidad de alquiler. Si sabéis dónde os metéis y no os importan los dramáticos giros grotescos, no perdéis nada por intentarlo.
Sin tomársela demasiado en serio, está bien y lo más importante, entretiene.
Mi valoración: 6 (bien)
No la podrías haber definido mejor!
Pensé exactamente lo mismo al salir del cine: una gran decepción, aún más teniendo en cuenta lo bien que empieza
El puntazo de la película efectivamente, también me pareció la irrupción de Nicolás Cage, en otra película a la que no estábamos acostumbrados a verle en sus tiempos mozos, desde que le vi en RENFIELD, ya nada me creo que me pueda sorprender de sus apariciones,
Y sobre la película pienso que destaca por su estética bien cuidada, esa atmósfera tenebrosa y con sus dosis de misterio pero para mí el desenlace condena el proyecto.