Prohibido escupir en el suelo

Prohibido escupir en el suelo

Creo que no hay madrileño (ni turista) que no se queje de lo sucia que está la ciudad de Madrid. Unos hablan de la contaminación ambiental y otros de la basura y la suciedad que hay por las calles. Pero hay otra contaminación que no es privativa de la capital de España y que afecta a todas nuestras ciudades por igual, de la que nadie quiere hablar.

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Todos los años pasa lo mismo. Cuando llega el invierno aparecen los catarros, gripes y bronquitis, con sus incómodas secuelas de toses y de escupitajos volanderos.

Monumento barrendero Madrid
Estatua «el Barrendero Madrileño», 2001

España es un país deportivo. Cuando algo pasa a ser deporte nacional  ya puede venir el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo o el Tribunal de la Haya a prohibirlo que nosotros seguimos haciéndolo. Es así ahora y ha sido así siempre.

Son muchos los deportistas (especialmente futbolistas) que han hecho del escupitajo todo un arte y una forma más de mostrar las habilidades en el campo de fútbol. Y los niños, como no, tratan de imitar a sus ídolos.

Escupir en el suelo

En el colegio nosotros antes nos divertíamos de otras maneras. Pero siempre de forma competitiva.

Cambiábamos cromos para ser el que más tuviese en el álbum (seguro que los niños de ahora no saben ni qué es eso). Jugábamos a la peonza (y de las de madera, no de plástico del chino) pero para ver quien es el que más aguantaba o el que antes cascaba la de su compañero. Lo mismo con las canicas.

Y otro de los juegos era el Lanzamiento Olímpico del Gapo. Todo el público infantil se reunía alrededor de cuatro o cinco y estos trataban de llegar lo  más lejos posible. Aunque siempre había alguno que no sabía y al que se le quedaba colgando la baba.

Tragafuego

Es posible (y en mi modesta opinión) que de los países del llamado primer mundo, España (quizás junto a Italia) sea el lugar donde más se escupe en el suelo.

Esto, además de un récord estúpido, constituye un problema no sólo de estética sino de salud pública, pues es posiblemente una de las más eficientes vías para difundir virus y bacterias, cuando una vez secas las secreciones, se incorporen a la atmósfera en forma de polvillo.

Todos tenemos un amigo que se cree astrónomo. Igual que está el que se cree jurista y habla de condenar como si fuese lo más normal del mundo, o el que se cree entrenador de fútbol. Pues bien. El astrónomo es el que se pasa las noches de verano señalando en el cielo las estrellas, diciendo sus nombres, las constelaciones, el porqué de sus brillos, colores e intensidades, dónde se esconden los planetas, cómo encontrar el norte y muchas otras curiosidades que encierra el firmamento.

Prohibido escupir en el suelo
«Prohibido escupir en el suelo» | Cartel de una fábrica textil | Finales del s.XIX

Bueno, pues yo he buscado por internet y he encontrado una guía para los amantes de los gargajos, esputos, flemas, salivazos, pollos, gallos y lapos, para que no se pierdan como los ignorantes ante el espectáculo aparentemente incomprensible del firmamento de las aceras de nuestras ciudades.

Tipos de escupitajos

Porque, mis queridos lectores, al igual que los cuerpos celestes, en lo relacionado con esta costumbre nacional debo deciros que no hay un gapo igual a otro, por mucho que se nos parezcan. He aquí la clasificación más detallada que he encontrado:

  • Esputo albuminoideo: de aspecto espumoso.
  • Esputo bilioso: amarillo o verde, semejante a la bilis.
  • Esputo maduro: mucus.
  • Esputo crudo: moco claro.
  • Esputo hemoptoico: sanguinolento.
  • Esputo de zumo de ciruelas: oscuro, de color rojo.
  • Esputo fibrinoso: esputo formado por fibrina.
  • Esputo globular: masas esféricas, amarillas.
  • Esputo lanuginoso: esputo que en el agua se deshace en fibras semejantes a la lana.
  • Esputo numular: esputo en forma de discos como monedas.
  • Esputo perlado: pequeño bloque de moco denso, vítreo.
  • Esputo porcelánico: esputo espeso, que refleja la luz como fragmentos de porcelana.

Resulta asqueroso. Lo sé. Perdonad. A los que habéis conseguido llegar hasta el final os felicito, y os pido que me ayudeis en esta lucha contra la basura gratuita (escupitajos, colillas, chicles debajo del banco…). Y a los que no habéis llegado hasta aqui porque os daba demasiado asco, os comprendo.

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