Vuelvo a asistir al cine con la ilusión muy por encima de las expectativas cuando se trata de un nuevo producto de Marvel, y es que el estudio parece que no aprende o no le interesa aprender. Con Venom: El último baile (2024), Madame Web (2024) y Kraven the Hunter (2024) sepultaron un 2024 para el olvido, y este 2025 comienza algo mejor (no era muy difícil), pero con los mismos vicios y carencias.
Predecible thriller político
Esta vez, Marvel decide hacer uso de uno de sus personajes más icónicos para remontar una racha plagada de fracasos. Y es que Capitán América: Brave New World (2025) se intuía con cierta expectación por la apariencia de ser un thriller político con la inclusión de personajes icónicos del propio estudio, pero lo dicho, apariencias.
La cinta no funciona como lo primero y flaquea en lo que sí debería ser innegociable: proporcionar entretenimiento.
Los problemas de esta cuarta entrega de Capitán América se podían haber predicho desde los reshoots, la incorporación de Giancarlo Esposito cuando el proyecto estaba prácticamente finalizado y por una serie de problemas a nivel de producción que eran difícilmente remontables.
Más allá de estas problemáticas, la cinta carece de cualquier ápice de alma, con una dirección asignada por encargo de la cual no puedo extraer sustancia alguna.
Un guion carente de ambición
Esto se acentúa en un guion con aspiraciones de thriller político que se queda a medio gas por lo previsible del mismo y por una serie de sobreexplicaciones literales de una narrativa que no posee la complejidad suficiente como para tratar al espectador con tan poca fe.
Por otro lado, a nivel de blockbuster de superhéroes, supera a todas las cintas del año pasado, pero sin alardes: en vez de suspender estrepitosamente, se queda en una patente mediocridad que sale a flote por un par de escenas bien ejecutadas. Eso sí, sigo sin entender la razón por la que ciertas escenas tienen un gran trabajo de efectos visuales y otras llegan a dar algo de apuro en la pantalla grande.
Personajes planos y efectos dispares
Seguimos con unos personajes planos, unidimensionales, sin mucho trabajo más allá de «este es el bueno», «este es el malo» y «este es el que te quiere hacer dudar», cosa que tampoco se consigue.
Contamos con un Harrison Ford insulso, un Capitán América correcto y un villano completamente olvidable pese al atractivo de sus habilidades.
Como ya he mencionado, los efectos visuales son superiores a las últimas entregas del estudio, aunque siguen teniendo escenas incomprensibles para un presupuesto de 180 millones de dólares, y más aún cuando es el mayor reclamo para cintas de este corte.
Un blockbuster insuficiente
En definitiva, Capitán América: Brave New World (2025) es un producto de entretenimiento al que le cuesta hasta entretener. Lo conseguirá con los fans acérrimos del estudio o con espectadores que vayan con las expectativas por los suelos, cosa que recomiendo. En mi opinión, hay cintas que merecen mucho más el dinero de tu entrada y la calidad de tu tiempo.