Antes de comenzar el siguiente artículo sobre El viaje de Chihiro he de advertir que contiene spoilers, ya que se trata de un análisis completo de una película. Si no has visto “El viaje de Chihiro” se te recomienda no leer esta entrada, y, por supuesto, ver dicha película, ya que está muy alabada por la crítica.
Con un Óscar en su haber, El viaje de Chihiro está considerada película de culto y una obra maestra del cine de animación, y no es para menos, porque en verdad lo es. Hay quien la llama el “Alicia en el país de las maravillas” de Japón, pues Studio Ghibli, quien se ha encargado de llevarla a cabo, es algo así como el Disney japonés.
Esta asombrosa compañía ya nos había deleitado con otras obras maestras como “Nausicaä del Valle del Viento”, “Mi vecino Totoro” o el amargo drama “La tumba de las luciérnagas”.
Y sus orígenes no son en absoluto humildes, pues Hayao Miyazaki, su principal animador, había comenzado en los 70′ regalándonos grandes animes como “Lupin III”, y diseñando personajes en “Heidi” o “Marco”.
Aunque es una compañía muy apegada al occidente, no parece que Studio Ghibli haya tenido intención de usar la mitología griega para emplearla en “El viaje de Chihiro”, más bien pretendía todo lo contrario: llevar su cultura japonesa al occidente para que todos la conocieran y se interesaran por ella, aunque en “Nausicaä del Valle del Viento” el nombre de la protagonista lleva el mismo que el de la hija de Alcínoo, en “La Odisea” de Homero.
Sin embargo, es un hecho que la cantidad de referencias a la cultura griega existen en la película de la que os estoy hablando, y es muy sorprendente que sea por casualidad, ya que es una prueba irrefutable de que el politeísmo se parece entre sí por la innegable necesidad humana de obtener una respuesta por cada hecho que no pueden explicar. Sin más dilación, comenzaré a contaros “la nueva forma” de disfrutar de “El viaje de Chihiro”.
El viaje de Chihiro explicado desde la mitología
Durante toda la película se nos muestra a Haku al borde de la desesperación por rescatar a la pequeña Chihiro que parece que se conocen, y entonces hacia el final de la película tenemos una de las escenas míticas que nos revela cómo se conocieron Haku y Chihiro: en un río.
Haku salva a Chihiro de morir en el río y por eso se conocían. En cambio, yo propongo otro punto de vista: ¿y si en realidad Haku no pudo salvar a Chihiro aquella vez y, como consecuencia, decide ir al mundo de los muertos a buscarla porque se siente mal por ello?
Sí, Chihiro habría muerto aquella vez. ¿A qué mito nos suena? Exacto: Orfeo y Eurídice.
El mito de Orfeo y Eurídice
Eurídice se encontraba perseguida por un acosador, Aristeo, que la amaba y, cuando llegó a la orilla de un río, después de haber recorrido un bosque entero huyendo de su perseguidor, es mordida por una serpiente y el veneno la mata, sin que Orfeo pudiera impedirlo.
Esto hace que Orfeo caiga en depresión y la calidad de su música descienda, por lo que decide bajar al Hades a rescatar a su amada.
Aquí es donde comienza la película.
Chihiro va en coche con sus padres llevando un ramo de flores y una nota de despedida que le han dado, suponiendo así que se está mudando con su familia. Pero, ¿no son flores lo que dejamos en las tumbas?

Esta es la escena que refuerza el hecho de que Chihiro haya fallecido. Sin embargo, se supone que Chihiro (Eurídice) debió haber sido rescatada y, como consecuencia, no viaja en la barca de Caronte como los muertos normales, sino que son “sus propios padres” la que la lleva al Infierno. ¿Por qué digo esto?
Los padres de Chihiro la desoyen cuando llegan a aquel tenebroso lugar y se aventuran en él a pesar de que su pobre hija está aterrorizada de miedo y, sin hacerle el menor caso, prácticamente cínicos, entran.
¿Qué clase de padres ignoran a su hija que está claramente asustada y no quieren que sufra?
Sus padres, indiferentes (en realidad con la misión de llevar a la fallecida al reino de los muertos), continúan su camino sabiendo que Chihiro los seguirá, ya que no iba a quedarse sola en aquel lugar:
Jano, el dios del umbral entre la vida y la muerte
Antes de entrar al Inframundo, vemos una estatua, o monolito, que los expertos en cultura grecorromana reconocerán sin duda: las dos caras de Jano, el dios que miraba al pasado y al futuro, representando así la antigua vida de Chihiro y su destino nuevo en el Hades.

A partir de aquí no se puede decir que toda la película sea un calco de Orfeo y Eurídice, porque hay muchos otros elementos que se entrecruzan. El lugar a donde llegan primero vendría a ser tanto la isla de Eea (hogar de Circe) como el Limbo, el lugar donde las sombras que no pueden pagar a Caronte se quedan para toda la eternidad.
Adelantando acontecimientos, pues, la malvada bruja Yubaba representa tanto al dios Hades, rey del Inframundo, como Circe, la hechicera que convierte a la tripulación de Odiseo en cerdos:
Yubaba: entre Hades, Circe y Plutón
Circe era una poderosa hechicera que abusaba de sus víctimas convirtiéndolos en animales. Odiseo desembarcó en Eea junto a su tripulación; él pretendía quedarse junto a las naves (de la misma forma que Chihiro quería), pero Circe invitó a los compañeros de Ulises a un gran y hechizado banquete, donde los convirtió en cerdos (igual que los padres de Chihiro).

Odiseo quiso entonces rescatar a los suyos como fuese, y buscó la forma.
Euríloco, uno de los que se salvó de la maldición de Circe, advierte a Ulises del brebaje transformador y, a su vez, el dios Hermes le da la raíz μῶλυ (moly) para que el hechizo de Circe no le afectara, de igual forma que Haku le da la baya a Chihiro para que se pudiera quedar allí, ya que, en realidad, no le correspondía morir aún, pero tampoco podía regresar.
Y de igual forma también que Hades hizo con Perséfone: dándole una semilla de granada para que, al comer algo allí, pudiera estar, puesto que estaba viva, y los vivos no pueden estar en el Infierno.
Algo parecido le pasaba a Chihiro: a ella no le tocaba morir en aquella ocasión, por lo que no contaba como muerta, sin embargo, tampoco podía regresar porque en verdad sí había fallecido. Por eso Haku (reencarnando así tanto el papel de Orfeo como el de Hermes), le da la baya (bien podía ser igualmente una pepita de granada como la de Hades) para que pudiera estar a salvo allí.

A partir de ahí Haku (Orfeo) intentará devolver a su Chihiro (Eurídice) al mundo de los vivos. Por lo que la mejor manera de hacerlo es engañar a Hades, o intentar hacer un trato con él.
El plan de rescate
Incluso ya había intentado salvarla antes diciéndole que se fuera antes del anochecer, pero no lo consiguió, y entonces optó por el plan B.
Mientras piensa en la forma de ayudar a Chihiro, la colará entre los sirvientes de Yubaba (Hades) que, al ser un dios, se ve obligado a dar audiencia a los mortales. Así, al igual que el infierno griego, este mundo se divide en varias partes:
Los Campos Elíseos, el balneario donde van los héroes (referidos en la película como kami, dioses) al morir.
El Tártaro, donde van los condenados que desafían a las divinidades (la granja de los cerdos, ya que los padres de Chihiro comieron sin permiso la comida y por ello fueron castigados).
Lo mismo hizo Tántalo cuando fue invitado al banquete de los dioses y fue condenado al Tártaro haciendo que no pudiera beber del agua que tenía a la altura de su barbilla ni que pudiera comer los frutos del árbol al alcance de sus manos.
Por último está Erebo.

Representado por los lugares fuera del balneario donde viven los simples mortales fallecidos como sombras, que aparecen en varias escenas, como en el tren, es decir, la Barca de Caronte.
En este tren se ven las sombras, no héroes, tomando la Barca de Caronte para cruzar la Laguna Estigia.
Los mitos clásicos griegos también señalaban que la Barca para los héroes que van a los Elíseos es distinta y más lujosa.

Además, otra curiosidad es que aparecen ranas impertinentes como parte del personal, como se mostraba en Las Ranas de Aristófanes, croando de forma cansina mientras Dionisio hacía su viaje.
Sísifo, condenado a hacer todos los días lo mismo
Es ahora cuando conocemos a otro condenado: Sísifo, encarnado por el entrañable personaje de Kamaji, “esclavo a hacer todos los días lo mismo”, como bien dice en el diálogo con Chihiro.
Sísifo fue condenado a subir una roca a una montaña, pero esta rodaba colina abajo continuamente, y en la película vemos cómo los pequeños ayudantes de Kamaji llevan rocas sin cesar todos los días para alimentar a la caldera, que arde en llamas como el propio Infierno.

Yubaba poseía su palacio en medio de todo este territorio de igual forma que Circe tenía el suyo en Eea, y es opulento y posee muchas riquezas igual que Hades, considerado el dios más rico.
Como los griegos creían que los minerales (incluído el oro) procedían de las minas profundas, estaban ligadas al Inframundo y, por lo tanto, pertenecían a Hades, convirtiéndolo en el dios millonario, con su epíteto y además otro nombre “Plutón” (Πλουτῶν; el que posee riquezas).
Tanto Yubaba como su palacio tienen joyas y ornamentos brillantes que refuerzan la idea de su opulencia. Además, tiene un carácter similar al dios Hades, arisco y malvado, pero razonable y buen “gobernante” de su imperio. La bruja también está celosa de su hermana, Zeniba, que tanto representa a Zeus y Poseidón, por la idea de celos, como a Perséfone, esposa forzada de Hades.
Hades y Perséfone nunca pudieron tener hijos, fue una unión estéril. A diferencia de Zeus o Poseidón, que sí tuvieron descendencia. Esta idea reside en el aberrante hijo de Yubaba, Bebé, que no queda muy claro si realmente es su hijo, exactamente como Hades.
En teoría no era padre, pero se le asocia a veces con que es el verdadero progenitor de Macaria y Melíone. Esto sumado a que a veces las deidades tenían hijos monstruosos, como Tifón y Equidna, da lugar a Bebé.
Zeniba y Perséfone
Por fin llegamos a cuando aparece Zeniba, al principio mostrada como mezquina y malvada al igual que Yubaba.
Previamente habíamos visto la escena donde Sin Cara siembra el caos en el balneario. Aunque esta vez la relación que he hecho es mucho más forzada, le he otorgado a Sin Cara la relación con Ixión.
Este era otro castigado con un suplicio eterno, condenado a girar eternamente en una rueda ardiendo atado a ella con serpientes. Esta rueda solo paró cuando Orfeo (Haku) llegó al Inframundo y la detuvo con su música. Al llegar Haku y Chihiro, destruyeron el orden natural del Infierno, y permitieron que Sin Cara (Ixión) escapara de su tormento, y hambriento, busca comida.
Chihiro lo deja pasar al balneario, o sea, los Elíseos, pero como este no es un héroe, no puede estar allí, por lo que el resultado es un caos y una locura.
Al llegar a casa de Zeniba, esta se muestra más cariñosa y buena persona, y en su hogar hay varios elementos que hacen referencia a Deméter, madre de Perséfone, como las espigas de centeno.

Deméter era la diosa de la cosecha, y los cereales, la vid y el olivo eran la base de la agricultura griega. Al lado parece haber, de hecho, un olivo y unas rosas.
El robo del nombre refleja la pérdida de identidad
Zeniba, al igual que Perséfone, trata de ayudar. Haku (Orfeo), desesperado, roba a Zeniba para intentar complacer a Yubaba, (Hades), pero luego le devuelve el objeto robado a su legítima dueña para apelar a su benevolencia. Haku trata desesperadamente de sacar a Chihiro (Eurídice) de allí como sea.
En la catábasis que Ulises hizo al Infierno sabemos que las sombras no olvidan su pasado como vivos, ya que Odiseo habla con su madre, pero sí pierden parte de este.
Como tal, en la película, Yubaba roba los nombres de sus empleados, y, por lo tanto, sus vidas. Haku y Chihiro se recordaban, pero no al 100%, porque Yubaba había robado sus nombres. Pero Zeniba les cuenta que es posible regresar al mundo de los vivos, aunque Yubaba les pondrá una prueba (como Circe hizo con Ulises) y una condición (como en el mito de Orfeo y Eurídice).
Circe “obligaría” a Odiseo a pasar un año con ella (se enamora de él), mientras que lo que Yubaba hizo con Chihiro fue reconocer a sus padres en forma de cerdo; este encantamiento es rechazado por Chihiro y muchas veces le pide a la bruja que le devuelva a sus padres. Ulises también obligó reiteradas veces a Circe que le devolviera a su tripulación.
Y esta es la escena donde se revela que Haku y Chihiro se conocían, explicando lo del río.
La mirada prohibida: el final del mito
Si todas estas relaciones os han parecido poco sólidas, si pensáis que tengo demasiada imaginación, ahora os daré el último argumento de que haya identificado a Haku y Chihiro con Orfeo y Eurídice:
En el mito, Hades le dice a Orfeo, impresionado por sus habilidades, que puede llevarse de vuelta a Eurídice al mundo de los vivos, pero con la condición de que no miren atrás hasta que hayan salido del Inframundo.
En la película pasa exactamente igual: Haku le dice a Chihiro, tras superar la prueba de Yubaba, que puede regresar a su mundo, pero con la condición de que no mire atrás hasta salir de allí.
En el mito, sucumben y, para asegurarse de que habían llegado, Orfeo mira atrás para comprobar que Eurídice estaba bien, y esta mira atrás, sólo para darse cuenta de que su pie seguía aún en el Inframundo, Eurídice se convierte en humo y Orfeo vuelve a perderla.
En la película, al atravesar el túnel, Chihiro mira atrás, pero no sabemos dónde acaba exactamente el Infierno.
Así que… ¿Chihiro se salva o acaso por mirar atrás no pudo hacerlo?