Safo de Mitilene fue una poeta de la antigua Grecia que dejó una profunda huella en la literatura con su apasionada poesía lírica y su enfoque en el amor.
La Grecia arcaica fue una época en la que las islas sufrieron grandes cambios sociales, entre los que destaca una figura femenina: Safo de Lesbos, o Safo de Mitilene (ca 6c0-580 a.C.).
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Safo nació alrededor del 630 a.C. en la isla de Lesbos (se estima que entre el 650 a.C. y el 610 a.C.) en una familia aristocrática en la isla de Lesbos. Poco se sabe con certeza sobre los detalles de su vida, pero se cree que pertenecía a una familia acomodada, lo que le permitió recibir una educación que incluía la poesía y la música.
Lesbos (Λέσβος), en esa época, era un centro cultural vibrante, hogar de varios poetas destacados: Anacreonte, Diófanes, Arión o Teofrasto.
Su cultura era una mezcla de influencias de los pentílidas llegados de Tesalia, las tribus locales, y los orientales que llegaban a la isla debido a su proximidad a Asia Menor. Este ambiente cosmopolita proporcionó un terreno fértil para el desarrollo de la poesía lírica, un género que se enfocaba en la expresión personal y emocional, en contraste con la épica narrativa de Homero.
Quien fue Safo de Lesbos
Aunque apenas tenemos datos sobre ella, el filósofo Máximo de Tiro la describe como «pequeña y oscura», posiblemente con rasgos más relacionados con el norte de Africa que con los invasores europeos que llegaron a la isla.
Otra de las fuentes que tenemos es el diccionario bizantino Souda, que nos indica que probablemente Safo se casara con un hombre adinerado de Andros llamado Kerkyla, con quien tuvo una hija llamada Cleida, siguiendo las costumbres de la época.
Política en la Grecia Arcaica
La tocó vivir una época de grandes cambios políticos y constantes revoluciones. Debido a uno de esos disturbios que se dieron en la isla de Lesbos tuvo que exiliarse desde Mitilene, la capital, hasta Sicilia.
Allí se reunió con varios de los aristocráticas de Lesbos y de ciudades de Asia Menor, que también habían huido. Casi todas ellas jóvenes, pues eran las que tenían fuerza física suficiente para viajar). Safo se ganaba la vida enseñándoles música y poesía en honor a Afrodita y las Musas.
Este tipo de relación, motivada por creencias religiosas, era común entre mujeres contemporáneas a Safo, quienes también dirigían conservatorios similares. Sin embargo, con el tiempo, la conexión de Safo con sus alumnas fue considerada indecente debido a sus connotaciones eróticas, lo que contribuyó a que se asociara su nombre con el «amor lésbico».
Tras el derrocamiento de la tiranía bajo Pítaco de Mitilene, regresó a la isla, pero continuó la relación personal con sus alumnas.
Una leyenda posterior relata que Safo se lanzó desde los acantilados de Lefkada al mar debido a un amor no correspondido por el joven y apuesto Faón, quien la rechazó y abandonó. La existencia real de Faón es incierta y podría ser una interpretación errónea de uno de los poemas de Safo, donde elogia la belleza de un joven seguidor de Afrodita, llamado Fauno.
La poesía de Safo
Su poesía se caracteriza por su intensidad emocional y su enfoque en el amor, especialmente el amor entre mujeres. Utilizando el dialecto eólico, su obra incluye himnos a los dioses, canciones de boda y poemas personales que exploran la pasión, el deseo y el dolor del amor no correspondido.
Uno de los elementos distintivos de su poesía es el verso sáfico, una forma métrica que lleva su nombre. Este tipo de verso consiste en tres líneas de once sílabas seguidas de una línea de cinco sílabas, creando un ritmo musical y una estructura que resalta la emotividad de su contenido.
Un ejemplo destacado de su obra es el «Himno a Afrodita«, un poema en el que Safo implora a la diosa del amor que le ayude en sus aflicciones amorosas. En este poema, se puede apreciar la devoción de Safo por Afrodita, así como su habilidad para combinar el fervor religioso con la expresión de sus propias emociones personales.
La Escuela de Safo
Safo dirigía una escuela para jóvenes mujeres en Lesbos, donde se enseñaban poesía, música y danza. Este círculo de mujeres, a menudo descrito como una especie de academia femenina, se dedicaba a la educación en las artes y la cultura. Las alumnas de Safo provenían de familias aristocráticas y se preparaban para la vida matrimonial y social.
En este contexto, los poemas de Safo dirigidos a sus alumnas pueden interpretarse como expresiones de amor pedagógico y erótico. Las relaciones entre las mujeres en su círculo eran intensamente emocionales y a menudo románticas, lo que ha llevado a muchos estudiosos a considerar a Safo como una pionera en la expresión de la homosexualidad femenina.
El respeto a Safo a lo largo de la Historia
La Antigüedad
En la antigüedad, Safo fue ampliamente admirada y respetada. Platón, el filósofo griego, la describió como «la décima musa», un reconocimiento de su talento poético extraordinario. Su obra fue estudiada y recitada, y su influencia se extendió por todo el mundo griego.
La Edad Media y el Renacimiento
Durante la Edad Media, la obra de Safo fue en gran medida olvidada o suprimida debido a los cambios en las normas sociales y morales. Sin embargo, con el redescubrimiento de los textos clásicos durante el Renacimiento, su poesía volvió a ganar atención. Eruditos y poetas renacentistas comenzaron a recuperar y celebrar su trabajo, aunque su vida personal seguía siendo un tema de especulación y controversia.
La Época Moderna
En el siglo XIX y XX, con el desarrollo de los estudios sobre la sexualidad y la recuperación de voces literarias femeninas, Safo se convirtió en una figura central en el feminismo. Su poesía ha sido reivindicada por activistas y académicas que buscan rescatar las historias de amor y deseo entre mujeres, frecuentemente ignoradas o suprimidas por la historia oficial.
La Influencia de Safo en la cultura moderna
Safo ha sido una fuente inagotable de inspiración en la literatura, el arte y la música. Poetas como Percy Bysshe Shelley y Lord Byron encontraron en ella una musa para sus propias obras. En la literatura contemporánea, su figura ha sido reinterpretada y celebrada en numerosas ocasiones, tanto en la poesía como en la narrativa.
Además, Safo ha sido un símbolo importante en el movimiento LGBTQ+, representando la resistencia y la visibilidad lésbica. Su legado ha influido en la manera en que se percibe y se celebra el amor entre mujeres en la sociedad contemporánea.