La vida de Blas Infante: defensor del andalucismo

La vida de Blas Infante: defensor del andalucismo

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Blas Infante es una figura clave para entender la historia reciente de Andalucía.  Su vida encarna una narrativa rica y compleja que abarca desde su nacimiento en Casares en 1885 hasta su trágico final fusilado por las fuerzas franquistas en 1936. Su trayectoria vital se entrelaza con las influencias ideológicas que tuvo, con su idea de qué debería ser Andalucía y con un contexto histórico de grandes cambios políticos y sociales.

Sin lugar a dudas, Blas Infante ha dejado una huella permanente en la sociedad andaluza. Alabado por algunos y criticado por otros, Blas Infante intentó mejorar la situación de Andalucía con sus propuestas y teorías políticas influidas por corrientes intelectuales del siglo XIX. Este post pretenderá resumir de manera sucinta los principales hitos de su vida.

Biografía de Blas Infante

Blas Infante Pérez nació en Casares a las 11 de la mañana del día 5 de julio de 1885. Dos años más tarde nació su hermano Ignacio. Sus padres eran Luis Infante Andrades y Ginesa Pérez Romo, ambos naturales de Casares. Sus abuelos eran por vía paterna: Blas Infante Colorado y Antonia Andrades López. Y por vía materna: Ignacio Pérez y Salas (o Pérez de Vargas como lo conocía su familia) y María Romo Vera.
El joven Blas Infante provenía de una familia de labradores acomodados.

Malagueño Blas Infante de niño 1885
Blas Infante fue un ensayista y abogado conocido por su defensa del andalucismo

Se crió en Casares y allí hizo sus primeros amigos, que eran muchos y con ellos compartía innumerables juegos y vivencias.

La España del s. XIX

Debemos señalar llegados a este punto el contexto histórico o, mejor dicho, la situación que experimentaba España y Andalucía en los primeros años de vida de Blas Infante Pérez. En aquellos años de finales del siglo XIX España se encontraba inmersa en el periodo de la «Restauración». Este era un sistema político ideado por el malagueño Antonio Cánovas del Castillo y que se basaba en el sistema inglés de partidos. Con un partido conservador y otro liberal que se turnarían en el poder apoyándose en la manipulación electoral. Este “turno pacífico” dominaría la vida política y la historia de los gobiernos desde 1875 en adelante. 

El rey Alfonso XII sería el protagonista de este sistema. Fue conocido como “el Pacificador” por haber acabado con la Tercera Guerra Carlista y por haber logrado la Paz de Zanjón que finalizaba la Guerra de Cuba. En noviembre de 1885, el mismo año del nacimiento de Blas Infante, moriría enfermo de tuberculosis dejando tras de sí un problema sucesorio que se solucionaría con el nacimiento de Alfonso XIII. 

Unos años más tarde se reactivaría el problema cubano, iniciándose una nueva guerra con el llamado “Grito de Baire”. El gobierno enviaría al general Martínez Campos a la isla, después a Valeriano Weyler y, finalmente, al general Blanco. Ninguno de ellos pudo o supo acabar con la rebelión cubana. El conflicto escalaría con la explosión del acorazado Maine en el puerto de la Habana.

Blas Infante andalucista con sus hijos Luisa María de los Ángeles y Luis Blas
Blas Infante con sus hijos | Imagen de la Fundación Blas Infante

EE. UU. intervino y sus ejércitos derrotaron a los españoles. España en la Paz de París de 1898 perdía sus últimas colonias (Puerto Rico, Cuba y Filipinas) y, posteriormente, vendía las islas Marianas y Carolinas a Alemania.

Los años finales del siglo XIX son un periodo de aparición de un fuerte sentimiento regionalista. En Cataluña por aquellos años se dio el fenómeno cultural de la “Reinaixença” que pretendía revalorizar la lengua y la cultura catalana. Son años en los que aparecen el Partido Nacionalista Vasco y la Lliga Regionalista, uno de corte nacionalista vasco (católico, independentista y conservador) y el otro de carácter regionalista catalán. Ambos jugarían un papel destacado en la vida política ya entrado el siglo XX. El galleguismo fue otro movimiento importante, pero que apenas tuvo connotaciones políticas. Revindicaba las esencias y raíces gallega. Tuvo como representantes a personajes como Rosalía de Castro, Manuel Murguía o Eduardo Pondal. 

Andalucía en el siglo XIX

Pero si esto se daba en la esfera nacional ¿qué sucedía en Andalucía en aquellos años? Las décadas finales del siglo XIX son una época difícil para Andalucía. 1882 y 1883 fueron años malos para los jornaleros por las malas cosechas y por la gran cantidad de revueltas.

Son tiempos de desindustrialización, de la crisis de la filoxera, de un proceso de proletarización del campesinado, del aumento del paro y del comienzo de la emigración. Andalucía queda reducida a la producción de recursos agrícolas, aunque se realizan importantes avances: la introducción de la remolacha azucarera, la expansión del olivar y el desarrollo de una industria de elaboración de recursos vitivinícolas en Jerez.

El colegio de Blas de Infante

Esta era la situación de España y de Andalucía a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Pero volvamos a nuestro joven Blas Infante. Este entre 1886 y 1900 estudiará en Archidona en el colegio de los escolapios (el Colegio Jesús Nazareno de las Escuelas Pías) enfrentándose a un ambiente de disciplina y estudio académico fuera de su ámbito familiar. Sus maestros fueron, entre otros: Manuel Esteban, Ramón Pinazo, Vicente Andújar e Ildefonso Llorente.

Sacaba buenas notas y recibió en 1887 un premio en su colegio por su buena conducta y su aplicación.

Mientras Blas Infante experimenta la vida del estudiante su padre, Luis Infante Andrades, tendrá que buscarse un empleo nuevo. Encontrará uno en el Juzgado Municipal de Casares. Allí el joven Infante le ayudará y trabajará también. Con ello aprenderá lo que es el trabajo, la obediencia a un horario, la escasez y valorar el dinero conseguido con esfuerzo.

Durante sus vacaciones invertirá su tiempo en ir por los campos de su pueblo, Casares, para instruir a los campesinos.

Alabado por algunos y criticado por otros, Blas Infante intentó mejorar la situación de Andalucía con sus propuestas y teorías políticas influidas por corrientes intelectuales del siglo XIX.

Una vez acaba el bachillerato marcha a Granada donde estudiará Derecho en su universidad. En dos años se sacará cuatro cursos normales de la Universidad. Lo hará por libre. Con solo algunos desplazamientos esporádicos para conectar con determinadas clases. El 30 de octubre de 1906 se licencia en Derecho, pagando 808 pesetas para la expedición de su título. Una cantidad considerable. Casi la totalidad del sueldo de un maestro nacional de aquella época.

Durante sus estudios en la Universidad de Granada entrará en contacto con la historia de Andalucía y su pasado esplendoroso, fascinándole especialmente la época árabe medieval. En ese momento toma conciencia de lo que Andalucía fue y lo compara con su dramático presente. Además, se instruirá leyendo obras de Fernández y González, Ricardo León, Joaquín Costa y Washington Irving. Comienza en este punto su interés por el krausismo y su deseo por aprender la lengua árabe.

La Sevilla de Blas de Infante

En 1909 aprueba las oposiciones a notaría, las cuales tuvieron lugar en Madrid. En 1910 tomará posesión de la notaría de Cantillana (Sevilla) donde, además, se echará una novia (una tal Raquel). Es en este momento cuando entra en contacto con el mundo intelectual sevillano frecuentando el ateneo que posee Sevilla capital. 

Allí participará en tertulias sobre temas andaluces, con compañeros como José María Izquierdo, Isidro de Cajigas, José Andrés Vázquez y Méndez Bejarano. Así es como se inicia en el movimiento andalucista. 

En Cantillana conocerá a los ingenieros agrónomos Juan Sánchez Mejía y Antonio Albedín Orejón. Ambos le introducirán en las ideas fisiócratas de Henry George, es decir, en el movimiento “georgista”.

Para ellos la riqueza, siguiendo a este intelectual estadounidense, consistía en “materias naturales que han sido obtenidas […] o modificadas por el esfuerzo del hombre” para satisfacer los deseos humanos. Esta visión influirá en el pensamiento de Blas Infante en relación con la cuestión agraria andaluza, tema que se verá en otro post

Blas Infante abraza el Andalucismo

Blas Infante fue participante del I Congreso Georgista de Ronda celebrado el 26 de mayo de 1913. En el que participaron Ochoa Vile, Álvarez Ossorio y Barrau y Lemos Ortega, entre otros. En dicho congreso Blas Infante presentará una ponencia en la que defendía la justicia social, la libertad de la tierra y la lucha contra los monopolios. 

Será, según Ortiz de Lanzagorta, “su primera actuación pública como político andalucista”. 

Poco después nace la revista regionalista y andalucista  Bética, en la que participará Infante, que tendrá como objetivo “dedicar sus páginas a conocer el Arte y la Literatura andaluces […] [y] ensalzar la Patria».

En 1915 aparece la primera edición del Ideal Andaluz, libro escrito por Blas Infante y de gran importancia para el andalucismo político. En él se habla de los defectos del centralismo, propone la creación de una mancomunidad para fortalecer el espíritu andaluz; busca plantear metas y objetivos para el andalucismo; despertar espiritualmente a Andalucía y su patriotismo; regenerar dicha región y resolver el problema de la tierra y su propiedad; entre otras cuestiones.

Ideal andaluz Libro de Blas Infante 1915
Portada del libro Ideal Andaluz | Biblioteca Nacional de España

En 1918 nace el Centro Andaluz de Sevilla. Y pronto se crearían más centros de este estilo en el resto de Andalucía. Tendrán como objetivo la expansión de las ideas andalucistas. En 1916 aparecerá la revista Andalucía, en ella se defenderá la cuestión regionalista, la organización federal de España y la socialización de la tierra. También otros diarios se harán eco de los ideales andaluces como el semanario Córdoba o el periódico El Justiciero. 

La Asamblea de Ronda

En enero de 1918 se celebró la Asamblea de Ronda, un evento de gran importancia histórica para el andalucismo y donde destacará la figura de Blas Infante. Esta asamblea definía el andalucismo como españolista y antiseparatista.

La Asamblea asumía los principios de la Constitución Federalista de Antequera de 1833. Adoptará, también, en su enfoque económico los principios fundamentales del fisiocratismo combinado con principios federales, con principios libertarios y liberales.

En dicha asamblea se aprobarán los símbolos de Andalucía creados por Blas Infante: el escudo (inspirado en el de Cádiz), el himno, la letra, la bandera y el lema “Andalucía por sí, para España y la Humanidad»

La Asamblea de Ronda reclamó la Patria Andaluza ante la Sociedad de Naciones 1918
La asamblea de Ronda de 1918 y su legado | Fuente: Instituto de Identidad Andaluza

Blas Infante un año después, el 19 de febrero de 1919, contraerá matrimonio con Angustias García Parias en la capilla de la casa de los padres de la novia. En 1920 Infante fija su residencia en Sevilla y crea la editorial “Avante” bajo la que publicará algunas obras como  Motamid, último Rey de SevillaLa Dictadura Pedagógica o  La obra de Costa.

En dos años de Universidad se sacará cuatro cursos normales de Derecho.

Con la Dictadura de Primo de Rivera iniciada en 1923 se cerrarán los Centros Andaluces y se prohibirán actos regionalistas. Blas Infante se traslada a la localidad de Isla Cristina en Huelva. Allí nacerán sus dos hijas mayores: María Luisa y María de los Ángeles. Tras la Dictadura se traslada de nuevo a Sevilla y ocupa la plaza de notario en Coria del Río, donde tendrá su residencia. En noviembre de 1931 nacerá su hijo Luis Blas.

Con la llegada de la República los Centros Andaluces son sustituidos por la Junta Liberalista presidida por el propio Blas Infante que, pese a su repudio por la política, organizará una candidatura republicana heterogénea para las Cortes Constituyentes. Estaba formada por Ramón Franco, Carrión, Balbotín y Blas Infante (entre otros).

Su programa electoral se inspiraba en el andalucismo histórico, en propuestas izquierdistas y anarcosindicalistas. En él se defendía varias cuestiones: una mayor autonomía municipal; autogestión empresarial; una reforma agraria por decreto con expropiación sin indemnización; autonomía cantonal; defensa de la libertad de enseñanza, matrimonial y religiosa; establecimiento de un sistema tributario basado en un impuesto sobre el valor del suelo.

Sin embargo, esta candidatura sería boicoteada por las derechas sevillanas y al final, Blas Infante no pudo representar como diputado en Cortes al pueblo andaluz.

Otra meta que se propuso Blas Infante fue lograr un estatuto para Andalucía. Así, la Junta Liberalista de Sevilla se puso manos a la obra y presentó en 1931 una solicitud a la Diputación de Sevilla para crear una ponencia que elaborase un proyecto de estatuto andaluz. Durante una reunión en la que participaron los presidentes de las diputaciones provinciales andaluzas, se aceptó la propuesta de elaborar un borrador o anteproyecto. Más adelante, se convocó una asamblea con el fin de aprobar las bases del Estatuto.

Finalmente, se aprobó un “anteproyecto de bases para el estatuto de Andalucía”, que debía ser sometido a referéndum y luego aprobado por el Parlamento español. Este avance autonomista quedó paralizado con la llegada al poder de las derechas en 1933. No fue hasta 1936 cuando se retomaría el impulso autonomista. Aunque sin mucho éxito pues la Guerra Civil empezaría en julio de ese mismo año.

Lo que continúa son los últimos momentos de su vida que trataremos, junto a algunos elementos de su pensamiento político que no hemos narrado, en el siguiente post.

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