Un viaje psicológico a través de las películas de terror y su impacto en nuestra mente
Las películas de terror siempre han tenido un gran éxito dentro de la industria cinematográfica, atrayendo incluso a públicos de distintas culturas. Esta fama se ha mantenido a lo largo de las décadas, a pesar de su evolución y adaptación a nuevas tendencias, ya que su capacidad para generar miedo y tensión ha permanecido intacta.
Son conocidas por hacer pasar a los espectadores por momentos de pánico y puro miedo, sin embargo, la gran mayoría disfruta de ello, pero no saben el porqué.
Por esta razón, hoy me voy a centrar en responder a estas preguntas: ¿qué nos motiva a ver películas de terror? ¿Qué factores nos llevan a buscar experiencias que teóricamente podrían ser aterradoras?
El miedo: una emoción que nos fortalece
Los psicólogos siempre han dicho que el miedo es muy importante para la supervivencia humana porque actúa como un mecanismo de defensa ante situaciones complicadas. Cuando una persona se encuentra con una amenaza, el cuerpo reacciona con una serie de respuestas fisiológicas que la preparan para luchar contra el peligro o escapar.
A pesar de esto, una exposición continua a este sentimiento tiene efectos negativos en la salud tanto mental como física.
Por ejemplo, un estado de alerta constante puede generar estrés crónico y desencadenar trastornos de ansiedad u otros problemas relacionados.
Entonces, ¿por qué el ser humano se expone de forma voluntaria al miedo?
La teoría de la transferencia de excitación de Zillmann
Un análisis sobre la relación de las personas con el miedo proviene de la teoría de la transferencia de excitación de Dolf Zillmann (Bryant, Jennings; Mirón, Dorina, 2012). Esta teoría afirma que experimentar emociones intensas, como el terror, especialmente a través de películas de este tipo, puede generar un estado de alivio emocional una vez que ha terminado.
Además, el autor confirma que cuanto más miedo se experimenta durante la película, mayor es la sensación de satisfacción y bienestar después.
Con esta línea de pensamiento, se relaciona el concepto de “catarsis” de Sigmund Freud (Figueroa, G, 2014), quien explicaba que vivir emociones intensas puede producir efectos positivos en nuestra psique.
Por otro lado, el arquetipo de la “Sombra” de Carl Jung (1991), el reconocido médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, también se puede aplicar aquí, ya que sugiere que luchar contra los miedos más oscuros y ocultos puede facilitar el crecimiento personal.
Entendiendo el atractivo del miedo
Según los expertos, las películas de terror son atractivas para la audiencia porque ofrecen la oportunidad de vivir situaciones nuevas en un ambiente controlado. Esto se debe a que los seres humanos son curiosos por naturaleza y el deseo de explorar lo desconocido, incluso a través de situaciones ficticias, puede resultar emocionante.
Además, al formar parte de estas experiencias, es posible recrear mentalmente, de manera inconsciente, una imagen en la que se lucha contra situaciones estresantes en la vida real. Por esta razón, para disfrutar del miedo es esencial encontrarse en un contexto que tenga estas características:
Seguridad física
La audiencia se siente más cómoda al consumir contenido de terror cuando sabe que está en un entorno seguro. Esto se debe a que al saber que lo que se está viviendo es completamente ficticio permite al espectador reinterpretar el miedo como un sentimiento de excitación.
Separación entre ficción y realidad
Es crucial reconocer que las escenas más espeluznantes son producto del cine y no un reflejo de la realidad. Esta separación psicológica permite disfrutar de la película sin sentir una amenaza real.
Control
Aunque el miedo puede conllevar una sensación de pérdida de control, es fundamental que los espectadores sientan que poseen cierto grado de dominio, ya sea a través de la posibilidad de parar la película o de quitarla.
Beneficios emocionales del miedo controlado
Experimentar miedo en un entorno controlado, como al ver una película de terror, puede ofrecer una variedad de beneficios psicológicos y emocionales.
- Permite trabajar la resiliencia y enfrentarse a miedos
Algo interesante es que quienes disfrutan de las películas de terror suelen tener una mayor capacidad para lidiar con los problemas del día a día. Esto se debe a que estas películas pueden ser una vía para entender y gestionar sus emociones, lo cual resulta imprescindible para mantener el equilibrio emocional en momentos problemáticos. Además, la exposición a situaciones aterradoras en este contexto permite a los espectadores reflexionar sobre sus miedos y aprender a lidiar con el estrés.
- Reduce el estrés
Exponerse al miedo controlado puede reducir el estrés y mejorar la tolerancia al dolor, gracias a que la atención de la persona se focaliza únicamente en las amenazas y peligros presentes en la pantalla. Estos efectos positivos están relacionados con la liberación de neurotransmisores como endorfinas y dopamina, los cuales actúan como analgésicos naturales y como agentes que generan bienestar.
Por lo tanto, las películas de terror pueden funcionar como una herramienta terapéutica puntual.
- Permite crear conexiones sociales y desarrollar la empatía
Ver películas de miedo también puede ser un medio efectivo para mejorar la conexión social. Al compartir la experiencia con otros, se crea un espacio para dialogar sobre los miedos comunes, construyendo un ambiente de comprensión y normalización.
Esta interacción social no solo puede aliviar la sensación de soledad, sino que también promueve la empatía, ya que los espectadores se sienten acompañados. Estas conexiones pueden enriquecer las relaciones interpersonales y mejorar la sociabilidad.
- Permite trabajar la estimulación cognitiva
Finalmente, experimentar miedo a través del cine también puede tener un lado positivo en el ámbito cognitivo, puesto que se activan diversas áreas del cerebro relacionadas directamente con el procesamiento de estímulos visuales y auditivos. Esta activación estimula las emociones y también contribuye a mejorar las habilidades cognitivas, como la planificación y el razonamiento.
El miedo como terapia
El miedo es un sentimiento complejo que, lejos de ser únicamente negativo, es beneficioso a nivel personal y social. Desde la oportunidad de practicar el dominio emocional hasta el fortalecimiento de la resiliencia y la empatía, el terror puede enriquecer la vida de las personas de diversas formas.
Así que, la próxima vez que veas una película de terror, recuerda que no solo estás viendo un espectáculo, sino que también estás viviendo una experiencia emocional que puede beneficiar tu bienestar de muchas maneras.
Referencias
Bryant, Jennings; Mirón, Dorina (2012). «Teoría de la transferencia de excitación y teoría de la emoción de tres factores». Comunicación y emoción: ensayos en honor a Dolf Zillmann. Nueva York, NY: Routledge Taylor amp; Francis Group. págs. 31–59.
Figueroa, G. (2014). Freud, Breuer y Aristóteles: catarsis y el descubrimiento del Edipo. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 52(4), 264-273.
Jung, C. G., Campbell, J., Wilber, K., von Franz, M. L., Bly, R., Dossey, L., … & Greene, L. (1991). Encuentro con la sombra. El poder del lado oculto de la naturaleza humana. Recuperado de http://www. josepmariacarbo. cat/themes/demo/assets/docs/JUNG-CARL-Encuentro-con-la-sombra. pdf.