«Adolescencia», tan brillante como aterradora

«Adolescencia», tan brillante como aterradora

⚠️ | La nueva miniserie de Netflix no trata de juzgarnos. "Adolescencia" únicamente nos coloca frente al espejo y nos obliga a mirarlo.

Los Miller, una familia normal

Poco después del amanecer y mientras esperaban en el coche, el inspector Luke y la detective Misha Frank recibieron la señal. Así arranca «Adolescencia», con más de media docena de furgones policiales invadiendo las calles de una tranquila zona residencial.

En el interior de una de sus casas, la familia Miller aún dormía cuando, dos golpes de ariete derribaron su puerta. Al grito de ¡POLICÍA! numerosos agentes armados y con pasamontañas apuntaban al matrimonio en medio del salón.

Y desde arriba, la hija mayor entró en pánico al verlos de rodillas sobre el suelo. Mientras, al final del pasillo Jamie esperaba tumbado en su dormitorio. Llorando, asustado y con las manos esposadas, le preguntaba a su padre ‘¿qué es lo que está pasando?‘.

El amargo sabor de la «Adolescencia»

Polémica para unos pocos y necesaria para todos, la nueva miniserie de Netflix no deja indiferente a nadie. «Adolescencia» es la historia de un chico de 13 años acusado de asesinar a su compañera de clase. Brillante y aterradora, esta obra maestra ha conseguido abrir ese debate que nadie quería abordar.

Masculinidad tóxica y misoginia, un problema enquistado en nuestro tejido social.

La detención de Jamie deja desolados a unos padres, Steven Graham y Christine Tremarco, llenos de preguntas sin respuesta y que, junto a los compañeros de clase, las redes sociales y sus profesores, nos dibujarán la peor cara de la adolescencia.

Sin olvidar la espectacular interpretación de Erin Doherty en su papel de psicóloga infantil. La actriz inglesa lo borda, protagonizando un cara a cara con Jaime (Owen Cooper) que nos revela todas sus luces y sombras.

Erin Doherty interpreta a la psicóloga en "Adolescencia" de Netflix
Owen Cooper y Erin Doherty / «Adolescencia»

Una ficción frenética e intensa casi imposible de realizar, sin pausas para adornos y que nos arrastra, por más dura que parezca, hasta los infiernos personales de sus protagonistas.

Pero «Adolescencia» es mucho más que un drama criminal. Pronto nos damos cuenta que no pretende resolver el crimen ni dar a conocer los detalles del asesinato. Eso es lo de menos.
En esta historia ese no es el punto. Son los caminos que la rodean las que nos permiten valorarla y reconocerla.

Una deconstrucción, piedra a piedra y episodio tras episodio, de todo cuanto somos y hemos aprendido, dejándonos un profundo y amargo sabor de boca. ¿Cómo es posible que un niño de 13 años asesine a su compañera?

Las dos caras de la misma moneda

En un momento del episodio final, el matrimonio de los Miller se pregunta todo lo que hicieron mal y el porqué su hija es tan diferente a su hermano si el entorno de ambos es igual. Y es entonces cuando la cámara nos desvela a la Lisa real, la adolescente que se refugia en su habitación con el móvil y las redes sociales. Una escena que nos revela todo lo que calla

Hija e hijo como las dos caras de una misma moneda, aceptan los roles que culturalmente se esperan y ante la presión del grupo, sus respuestas y consecuencias son radicalmente opuestas. Consecuencias que por desgracia van más allá de la pantalla y son demasiado fáciles de comprobar. Las cifras no mienten y los hechos son los hablan: ellos verdugos y ellas sus víctimas.

Construyendo la masculinidad y normalizando la violencia

Hombres y mujeres participamos del ritual del pequeño macho alfa y aplaudimos cada uno de sus gestos. Si el niño de 6 años levanta la falda a la amiga del cole, es algo gracioso producto de la curiosidad. Y si nuestro hijo, con 11 años, toca el culo a las compañeras de clase, son cosas de la edad. La construcción de la masculinidad gira en torno al poder, la fuerza y el sometimiento sexual.

Así, aceptamos las conductas tóxicas como parte de un juego y, en muchos casos no solo las valoramos culturalmente, también nos enorgullecemos de ellas. De esta manera y casi sin darnos cuenta, el desprecio, la humillación y el odio a la mujer pasa a formar parte de una terrorífica normalidad. Una donde los monstruos son referentes a seguir y las víctimas puestas en duda.

Y si el monstruo escapa fuera de nuestro control nadie se responsabilizará. Solo cuando encuentre en la violación y el asesinato su forma de expresión más cruel y repugnante, algunos descubrirán una vez más, las consecuencias de la misoginia. Otros lo seguirán llamando una lamentable excepción o incluso otro triste caso de ‘violencia intrafamiliar’.

La coreografía perfecta de «Adolescencia»

Steven Graham, creador y guionista de la serie, describe en cada uno de sus cuatro episodios las consecuencias de aceptar la idea falsa de masculinidad. Nos muestra 1 hora en la vida de sus protagonistas a través de un solo plano secuencia. Un plano espectacular, sin ensamblajes ni trucos digitales y con el que, su director convierte cada capítulo en una exhibición de técnica y talento.

Philip Barantini ya nos mostró con «Hierve» (2021) ese dominio para contar historias sin ningún tipo de interrupciones. Maestro de las coreografías imposibles, cada escena es un baile exacto lleno de movimiento y aparentemente improvisado. En «Adolescencia» Barantini consigue todo lo que se propone, componiendo una pieza soberbia de un realismo que hipnotiza.

Dónde ver «Adolescencia»

De la unión de Steven Graham y Philip Barantini nació «Adolescencia» y desde 13 de marzo de 2025 la podemos disfrutar en Netflix. La serie de la que todos hablan no defrauda y es, sin duda, el mejor estreno en lo que va de año.

Ficha técnica

Título original: Adolescence País: R.U Temporadas: 1 Episodios: 4 Año: 2025

Director: Philip Barantini Guion: Steven Graham, Jack Thorne

Reparto: Steven Graham, Ashley Walters, Erin Doherty, Owen Cooper, Faye Marsay, Christine Tremarco
Mark Stanley

Género: Drama criminal, miniserie

Calificación: 9/10

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