¿Quién fue Nikos Zachariadis?

¿Quién fue Nikos Zachariadis?

No lejos de la triple frontera entre Turquía, Grecia y Bulgaria, en el norte turco, se alzan los impresionantes minaretes, los más altos de toda Turquía, de la Mezquita de Selim, construida bajo la égida de Selim II, hijo y sucesor del famosísimo Suleimán el Magnífico, por el arquitecto imperial otomano Mimar Sinan.

Es en la ciudad de Edirne, en la Tracia Oriental, donde aquel decidió que se erigiera la que Sinan consideró su gran obra maestra y que hoy es pináculo tanto del arte otomano como del islámico.

Se conoce a Edirne con este nombre desde que los otomanos le arrebataron el original Adrianópolis a los bizantinos y fue convertida en la capital del Imperio hasta la caída de Constantinopla (o nuestra moderna Estambul) en 1453, cuando dicho título se lo ganó ésta.

Y fue en Edirne también donde nació el hombre del que hablaremos en este artículo: Nikos Zachariadis, una figura de la intensa y rica historia moderna del pueblo griego y, entre muchas otras, desconocida para el mundo hispanohablante. 

La vida de Nikos Zachariadis

Nació en Edirne el 27 de abril de 1903 en el seno de una familia helena. Era hijo de Panagiotis Zachariadis, originario de la Ftiótide, y Erató Protopapá, nacida en Adana, ciudad del Asia menor, en el Sur de Turquía.

Su padre trabajaba para la Compañía Régie, conocida así por su nombre en francés (Société de la régie co-intéressée des tabacs de l’empire Ottoman) o también llamada la Compañía Otomana del Tabaco, que mantenía el monopolio de la producción del tabaco en el Imperio Otomano Tardío y le servía a éste para seguir a flote a pesar de su inminente crisis económica y social. Dadas las obligaciones del padre con respecto a su trabajo en la compañía tabacalera, la familia hubo de desplazarse por el Imperio, lo que permitió al joven Nikos conocer multitud de ciudades, como bien refleja su biografía temprana.

Inicialmente asistió a la escuela primaria en Skopje en Macedonia del Norte, luego pasaría a Nicomedia (actual İzmit en Turquía) y finalmente se mudaría a Edirne donde realizaría parcialmente la secundaria, sin llegar a graduarse. 

Primeros pasos en el comunismo

Desde los 15 años, se vio obligado a trabajar en la Régie en Nicomedia y en 1919 comenzó a trabajar en el puerto de Estambul, primero como estibador y luego como remolcador.

Allí entró en contacto con los círculos anarcosindicalistas de la Panergatikí (Πανεργατική), una organización sindical que actuaba tanto en la misma Grecia como en los territorios donde existiesen comunidades griegas y que estaba ideológicamente influenciados por la organización Industrial Workers of the World (IWW).

En esos años estallaría la Guerra Greco-Turca (1919-1922) que resultó en la derrota de Grecia, que había intentado expandir su territorio por Asia Menor enfrentándose a las fuerzas nacionalistas turcas lideradas por Mustafa Kemal Atatürk. 

La efervescencia nacionalista que llevó a la derrota a los griegos frente a la naciente Turquía tuvo como baluarte ideológico la “Gran Idea”. Esta pretendía reunir a todos los griegos bajo un solo Estado-nación cuya capital sería Constantinopla subsumiendo así parte de los territorios búlgaros, turcos, albaneses y macedonios.

La diáspora griega

Junto con otros movimientos nacionalistas de la época, como bien pudiera ser el sionismo de Theodor Herzl, era de raigambre europea, es decir, estaba inextricablemente unido a la idea del colonialismo.

En un texto de 1927 Zachariadis relaciona precisamente el imperialismo y colonialismo griego manifestado con toda su crudeza en la Guerra greco-turca con el imperialismo y colonialismo de la potencia británica, que a su vez pertenecen a la correspondiente fase imperialista del capitalismo y que llevan al pueblo griego a la “destrucción”:

Nuestro país, hoy, es una semicolonia de Inglaterra y, sin su voluntad, no podemos hacer absolutamente nada. Esto surgió de ciertas razones histórico-políticas-económicas. La posición de Grecia, tanto interna como externa, dentro de las combinaciones y conflictos internacionales, está determinada por las direcciones e intereses del imperialismo británico. La vida económica de nuestro país está en manos de los capitalistas ingleses. Pero esto se hace con el pleno consentimiento del gran capitalismo local que, junto con el capital inglés, explota a las masas obreras, rurales y pequeñoburguesas locales.

[…]

El capitalismo griego, como siempre, como hoy, atado al carro del imperialismo inglés, hoy más que nunca, está empujando al pueblo griego a la destrucción. Como siempre, como en Asia Menor, como en Ucrania, como con los préstamos, los armamentos, los contratos, así también hoy está dispuesto, por sus propios intereses y los de sus patrocinadores, a empujarnos a las aventuras más destructivas, a las más aventureras.

Y ve precisamente a la Unión Soviética como “factor de paz mundial”:

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas es hoy el único factor de paz mundial, el único factor que, contra las guerras imperialistas y la esclavización de los pueblos, se opone a la predicación de la hermandad mundial de las masas trabajadoras. Frente a la Inglaterra capitalista, que reúne en torno a sí a todos los Estados imperialistas y a las clases explotadoras en la lucha por la conservación del actual sistema socioeconómico explotador, se levanta la URSS, que reúne en torno a sí a todas las masas explotadas y les muestra el camino de la verdadera liberación.

Con ello creo que podemos comprender las decisiones políticas del joven comunista griego, al que le tocó vivir una época en la cual por causa del imperialismo se sucedieron crisis tan graves como el Incendio de Esmirna en 1922, que resultó en miles de muertos o, el elemento con el que concluiría la guerra, el intercambio recíproco entre ambas poblaciones, que 1923 forzó a cientos de miles de griegos ortodoxos a abandonar Anatolia y trasladarse a Grecia y a los turcos musulmanes de Grecia reubicarse en Turquía.

La familia de Nikos Zachariadis fue parte de esta diáspora: se instalaron en una Grecia que atravesaba una severa crisis política, económica y social, a la que arribaron todos esos miles de griegos que debían ser de alguna manera reubicados. 

Si bien muchos de los refugiados griegos apoyaron al liberal Eleftherios Venizelos, también su llegada supuso el fortalecimiento del KKE, el Partido Comunista Griego.

Y como pasó también en otros lugares de Europa, un partido comunista cuya fuerza era sólida y ascendente implicaba también el surgimiento de movimientos fascistas para contenerlos; en Grecia, a la reacción anticomunista la representaría tempranamente el general Theodoros Pangalos, que dirigió el país entre 1925 y 1926 gracias a un golpe de estado que instauraría un regimen que aboliría el gobierno civil griego y más adelante el dictador fascista Ioannis Metaxás, del que hablaremos más tarde.

El ascenso de Nikos Zachariadis en el comunismo

Volviendo a Zachariadis, en el periodo en el que se sucedía la Guerra Greco-Turca nuestro joven comunista realizaría varios viajes a la Rusia posrevolucionaria, viajes que concluirían en su unión al Komsomol, la organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), y no mucho más tarde su adhesión al mismo partido.

La estrategia de la catástrofe de Nikos Zacarias: el VI Pleno del CC del KKE de 1934 y la “teoría de las etapas”
El regreso triunfal de Nikos Zaxariadis a Grecia, y la Guerra Civil

En 1923, se convirtió en miembro del Partido Comunista de Turquía y en 1924 regresó a Grecia tras haber estudiado en la Universidad Comunista de los Trabajadores de Oriente (o KUTV), establecida por la Komintern en Moscú como universidad de entrenamiento para los cuadros comunistas pertenecientes al mundo colonial.

Desde allí, llegaría en secreto a Atenas en el verano 1924 para trabajar en la OKNE (Oμοσπονδία Kομμουνιστικών Nεολαιών Eλλάδας), la Unión de la Juventud Comunista de Grecia, que fue la rama juvenil del Partido Comunista de Grecia.

Allí obtendría el liderazgo y el título de Secretario y se trasladaría a Tesalónica más tarde ese mismo año, ayudando allí a labores del Partido.

Exilio en la URSS

En los años que van desde 1924 hasta 1929, Zachariadis fue encarcelado multitud de veces y otras tantas logró escapar, como sucedió en 1926 en Yedikule, una famosa prisión de Estambul, mismo año en el que por orden del Comité Central del KKE, asumió el cargo de secretario de la organización del partido en El Pireo y al año siguiente en la organización del partido en Volos. En 1927, fue secretario del KKE en Tesalia y en 1929 lo arrestaron por el asesinato de Ilias Georgopapadakos (1895-1927), muerto debido a rivalidades en el movimiento sindical en El Pireo.

Nuevamente lograría escapar pero sería trasladado esta vez por el KKE a la Unión Soviética con la intención de ocultar sus huellas, convirtiéndolo así en el comunista griego más buscado bajo el gobierno de Venizelos.

En la URSS se volvería miembro de facto del PCUS y también estudiaría en la prestigiosa escuela superior del partido, la Escuela Internacional Lenin, donde reforzaría aún más su estudios en marxismo-leninismo que sin duda trasladaría a sus praxis revolucionaria para elevar “las luchas parciales de los trabajadores a alturas desconocidas”

No sería hasta dos años más tarde, en 1931, cuando regresaría a Grecia por decisión de la Internacional Comunista con la intención de resolver la lucha entre las diversas fracciones que desgarraron el KKE entre los años 1929 y 1931.

Finalmente ocuparía  el cargo de Secretario del CC (Comité Central) entre 1931 y 1935, y luego asumió el título de Secretario General del KKE desde 1935 hasta 1956, siendo el líder principal en esa etapa, responsable de la dirección general del partido y de tomar decisiones clave para su estrategia y funcionamiento.

Durante el período 1931-1936, el KKE logró un crecimiento significativo en su reorganización y masificación, en un período de desarrollo de las luchas obreras y otras luchas sociales que apuntaban al propósito de “bloquear por todos los medios el camino al fascismo y a la reacción”. Así, en las elecciones de 1932 el KKE, como Frente Unido de Obreros, Campesinos y Refugiados (Ενιαίον Μέτωπον Εργατών και Αγροτών, EMEA), logró 10 diputados, mientras que en las elecciones de 1936, como Frente del Palaikó (Παλλαϊκό Μέτωπο, ΠΑ.ΜΕ.), 15 diputados. 

Enfrentamiento con la dictadura de Metaxás

Como vemos pues Zachariadis dirigió el partido en unas condiciones de dura lucha de clases y, a pesar de ello, bajo su liderazgo, el KKE y la clase obrera griega comenzaron a vislumbrar la posibilidad de una revolución socialista como continuación de la revolución burguesa previa.

En comparación con el período de 1929-1931, la democracia interna del KKE llegó a relativamente mejorar, aunque de todas formas más tarde al Partido lo criticarían por sus purgas internas, sin que estas llegaran a ser excesivas.

La vuelta a Grecia

En enero de 1936, el KKE se unió con el Partido Agrícola de Grecia de Apostolos Voyatzis (Αγροτικό Κόμμα Ελλάδας, Α.K.E.) para formar el ya mencionado el Frente del Palaikó, que obtuvo 15 escaños en las elecciones de ese año. Más tarde, en enero de 1936, Stelios Sklavenas en nombre del Frente firmó un acuerdo secreto con el líder del Partido Liberal, Themistoklis Sophoulis, el conocido como el Pacto Sophoulis-Sklavenas, que no llegó a término.

A pesar de que había generado esperanzas para crear un gobierno democrático y evitar así una dictadura fascista, nunca se implementó.

El 13 de abril de 1936, el primer ministro en funciones Konstantinos Demertzis (1876-1936) murió repentinamente de un ataque cardíaco y Jorge II (1890-1947) asignó a Ioannis Metaxas (1871-1941) para que entrase a formar gobierno, que obtuvo el voto de confianza del Parlamento el 27 de abril con 241 votos a favor, 4 abstenciones y 16 en contra. El 4 de agosto de 1936, con el consentimiento y apoyo de Jorge II y también de los británicos se instauró en Grecia la dictadura fascista homónima de Metaxás.

La represión del régimen de Metaxás

Éste desataría un “terrorismo” fascista contra toda organización no solo comunista sino contra todo aquel no-fascista, como puede leerse en el Rizospastis (la revista oficial del KKE) del 4 de agosto: “El terrorismo desatado por las autoridades del establecimiento de la dictadura fascista continúa salvajemente en todo el país. Sus víctimas no son sólo los comunistas sino también ciudadanos de todos los partidos”.

Sería en ese momento en el que Zachariadis pasaría a la clandestinidad aunque de poco le serviría porque sería detenido en Atenas en Septiembre, apenas un mes después de que Metaxás llegase al poder. Fue trasladado inmediatamente a la comisaría de policía de El Pireo y poco después fue remitido a un juicio que se saldaría con una condena 4,5 años de prisión y 2 años de exilio. Sin embargo, habiendo sido traslado el 22 de noviembre de 1936 a la prisión de Corfú, el 12 de diciembre de 1936 fue juzgado otra vez, esta vez por el Tribunal Penal de El Pireo, acusado por el asesinato en 1926 del archimarxista anteriormente mencionado Ilias Georgopapadakos.

Esta vez la condena ascendería a 9 años de prisión. Finalmente, Zachariadis permaneció encarcelado durante toda la “Dictadura del 4 de agosto”, mientras que durante la ocupación nazi fue entregado a los alemanes y enviado al campo de concentración de Dachau en Bavaria.

La persecución

Desde los primeros días de la dictadura, el Servicio de Seguridad del nuevo gobierno lanzó una ola masiva de detenciones contra miembros y cuadros del KKE y a mediados de 1939 había desmantelado casi toda su dirección. La dirección del KKE desde mediados de 1938 y hasta finales de 1939 había sido asumida por aquellos cuadros que no llegaron a ser detenidos.

Nikos Zachariadis – “Mantengamos en alto el estandarte de la libertad en la gloriosa Karpenisi”
Nikos Zachariadis fue secretario general del Partido Comunista de Grecia (KKE) de 1931 a 1956

Sin embargo, algunos cuadros del KKE encarcelados o exiliados no sólo habían firmado una declaración de arrepentimiento, sino que también se habían unido al Servicio de Seguridad con lo que, desde finales de 1938, debido a las numerosas e inesperadas detenciones que alcanzaron las más altas esferas, prevaleció la sospecha y la fobia, sin llegar a una organización clara del Partido.

De esta enorme ventaja de incertidumbre y vacío que le proporcionaba la dislocación del KKE se aprovechó el Servicio de Seguridad del gobierno fascista para crear una Administración Provisional del KKE (ΠΔ) gracias a otros antiguos dirigentes y cuya labor esencial radicaba en inhabilitar e incapacitar completamente a la verdadera dirección del KKE, el antiguo Comité Central (ΠΚΕ) de Charalambos Ploumidakis (1866-1943), formado con anterioridad por aquellos miembros del KKE que no fueron arrestados y colocar al KKE bajo la tutela de Konstantinos Maniadakis (1893-1972).

Se produjo entonces entre ambas facciones un agudo enfrentamiento, acusándose mutuamente de traición y la confusión, así, dentro del Partido fue absoluta.

En enero de 1940, Zachariadis fue trasladado desde Corfú a Atenas porque el régimen temía que pudiera escapar o caer en manos de los fascistas italianos en caso de que ocuparan dicha isla. Maniadakis también quería tener próximo a Zachariadis para que le brindara su apoyo al recién creado ΠΔ. Sin saber realmente que era un órgano de Maniadakis, Zachariadis lo apoyó mientras denunciaba al ΠΚΕ.

Pero comprendió el papel real y destapó la careta del ΠΔ a principios de 1941, cuando los Rizospastis que se publicaban consistían esencialmente en un elogio al gobierno Metaxás y empezaban a adquirir una retórica en favor de dicho régimen, además de contener agregados nacionalistas. 

El desmantelamiento del KKE

El 27 de abril de 1941, nuestro comunista griego pasaría a manos de la Gestapo y como dijimos pasaría Dachau, ello siete meses después de la invasión del 28 de octubre de 1940 de la Italia fascista de Mussolini que declaró la guerra a Grecia y la invadió a través de Albania y cinco desde de la muerte de Metaxás el 29 de enero de 1941, cuyo sucesor sería Alexandros Koryzis (1885-1941).

En esta guerra casi todos los sectores (monárquicos y liberales, izquierda socialdemócrata, comunistas, etc.) se alinearon en contra de la invasión italiana, que fue rechazada con éxito pero que obligó a su vez a la intervención de la Alemania nazi en territorio griego.

Cartas de Zachariadis al pueblo griego

La lucha encarnizada contra el fascismo que sostenía el pueblo griego la comprobamos en la Carta abierta del 31 de octubre de 1940 de Zachariadis, en la que hace un llamamiento para derrotar la ocupación “asesina e inmoral” de los fascistas italianos: 

El fascismo de Mussolini apuñaló a Grecia de una manera asesina e inmoral para ocuparla y esclavizarla. Hoy, todos los griegos luchamos por nuestra libertad, nuestro honor y nuestra independencia nacional. La lucha será muy dura y difícil. Pero una nación que desea sobrevivir debe luchar desafiando los peligros y los sacrificios. El pueblo de Grecia está librando una guerra de liberación nacional contra el fascismo de Mussolini. Junto al frente principal, cada roca, cada colina, cada ciudad, casa por casa, debe convertirse en una fortaleza de la lucha por la liberación nacional. Todo agente del fascismo debe ser exterminado sin piedad. En esta guerra, que es dirigida por el gobierno de Metaxas, todos debemos poner todo nuestro esfuerzo sin dudas. La recompensa para el pueblo trabajador y la piedra angular de la lucha de hoy será una nueva Grecia de trabajo y libertad, liberada de cualquier dependencia imperialista extranjera, con una verdadera cultura popular. Todos a la lucha, cada uno en su puesto, y la victoria será una victoria de Grecia y del pueblo griego. Los trabajadores de todo el mundo están de nuestro lado

También, como se muestra en la Carta abierta del 22 de Noviembre de 1940, ha de ser derrotado el régimen de Metaxás y los británicos invasores han de ser expulsados:

  1. El KKE está contra la esclavización de Grecia por Mussolini y contra el orden fascista del Eje.
  2. El KKE está igualmente en contra de la esclavización de Grecia por el imperialismo inglés, que nos viene robando desde 1821 y que hoy es el componente de la plutocracia contrarrevolucionaria y antisoviética en todo el mundo. […]
  3. El KKE debe transformar el camino de Metaxás en una guerra nacional-popular-antifascista-antiplutocrática-antiimperialista. Los trabajadores en el frente y en todo el país deben tomar la hegemonía en la guerra actual. Ésta es la posición completa del KKE. Él está luchando contra Mussolini no por el bien de Metaxás e Inglaterra, sino por el bien de los trabajadores de Grecia, de los Balcanes y del mundo entero. […] Grecia no quiere ni la conquista, ni los asesinatos y violaciones de Mussolini, ni el fascismo de Metaxas, ni el imperialismo de Inglaterra. Y en su lucha actual, debe aclarar todo esto.

En esta carta arguye la naturaleza de la ocupación y la guerra de esos años:

 f) La guerra greco-italiana es también una fase, un acto del nuevo ciclo de revoluciones y guerras que el imperialismo y el fascismo han introducido en la humanidad. Los proletarios y los campesinos de Grecia, todo su pueblo trabajador, no pudieron evitar aceptar el desafío de Mussolini, no pudieron aceptar su violación por la única razón de que tenían a Metaxás a sus espaldas.

Esto hace que su lucha sea más difícil y pesada, pero no puede estropearla y los resultados finales de nuestra lucha actual serán evaluados por nuestra capacidad de ajustar cuentas con Mussolini y Metaxás y el imperialismo británico. En esto reside el verdadero significado de la posición que hoy adoptamos. Si es correcto o no lo demostrarán no nuestras palabras sino nuestras acciones.

La resistencia griega contra la ocupación nazi

Los nazis ocuparían Grecia con la ayuda de los búlgaros, los albaneses y los italianos, derrotando así tanto a las tropas griegas como a las británicas: invadirían la Hélade el 6 de abril de 1941 y tomarían Atenas el 27 de abril de ese mismo año.

Durante la ocupación, la resistencia del pueblo griego y de los partisanos en particular contra los invasores nazis y fascistas fue tenaz, constante y extremadamente dura y fue representada principalmente por el ELAS (Ejército Popular de Liberación Nacional) y el EDES (Ejército Nacional Republicano Griego). Por ello, el país fue castigado con represalias brutales, hambruna y destrucción. La ocupación terminó finalmente en octubre de 1944, cuando las fuerzas alemanas comenzaron a retirarse debido al avance de los Aliados en los Balcanes.

El 12 de octubre de 1944, Atenas fue liberada, y poco después, los nazis abandonaron completamente Grecia, aunque el país quedó devastado y al borde de un colapso que se manifestaría con posterior Guerra Civil de 1946-1949.