La Generalitat retira los frescos del Salón de Sant Jordi y los pinta de blanco

La Generalitat retira los frescos del Salón de Sant Jordi y los pinta de blanco

La Generalitat de Catalunya se gasta más de 2 millones en quitar los cuadros de Colón, Fernando el Católico y las Navas de Tolosa por ser «imperialistas»

El Salón de Sant Jordi, uno de los espacios más emblemáticos del Palau de la Generalitat en Barcelona, ha sido objeto de una controvertida intervención que ha generado una significativa discusión en los círculos culturales y políticos.

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La Generalitat ha decidido retirar los históricos frescos que decoraban este salón y pintar las paredes de blanco, una decisión que ha costado 2.3 millones de euros y que tiene como objetivo, según el Govern, desvincularse de la historia de España y del Reino de Aragón.

Estos eran una serie de representaciones artísticas de episodios históricos significativos que vinculaban la historia de Cataluña con la de España.

Historia de los frescos del Salón de Sant Jordi

La Batalla de las Navas de Tolosa

Uno de los frescos más destacados representaba la Batalla de las Navas de Tolosa, una de las batallas más importantes de la Reconquista, que tuvo lugar en 1212.

Esta victoria fue decisiva para que las fuerzas cristianas derrotasen a los almohades musulmanes.

Palacio de la Generalidad de Cataluña
Palau de la Generalitat de Catalunya | Imagen de Carolina Bonpland

Entre los reinos que participaron se encontraba el Reino de Aragón bajo el mando de Pedro II de Aragón, y la representación de esta escena en el Salón de Sant Jordi simbolizaba el valor y la contribución de los aragonesesa esta empresa militar.

La Batalla de Lepanto

Otro fresco importante ilustraba la Batalla de Lepanto, librada en 1571, y en la que se enfrentaron la Liga Santa, una coalición de estados cristianos, contra el Imperio Otomano.

La Batalla de Lepanto, tuvo lugar en el Golfo de Patras, cerca de la costa occidental de Grecia. Las fuerzas cristianas, comandadas por Don Juan de Austria, lograron una victoria crucial contra la flota otomana, frenando su expansión en el Mediterráneo occidental.

Lepanto es considerada una de las batallas navales más importantes de la historia debido a su impacto estratégico y simbólico, y eso quisieron representar los artistas en el Palau.

La primera misa tras el desembarco de Jaime I en Mallorca

Una representación religiosa significativa era la primera misa celebrada después del desembarco del rey Jaime I el Conquistador en Mallorca en 1229.

Este evento marcó el comienzo de la conquista cristiana de las islas Baleares, expandiendo el territorio de la Corona de Aragón.

Chaime I d'Aragón
Jaime I el Conquistador, rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca

La misa simbolizaba la conquista militar y la propagación de la cultura aragonesa en la región. Este fresco evocaba la piadosa y expansiva misión de Jaime I, reforzando la identidad religiosa y territorial del reino.

El nombramiento de Fernando el Católico como rey de Aragón

Si nos vamos a la historia del Reino de Aragón un momento significativo es el nombramiento de Fernando el Católico como rey.

Su reinado estuvo caracterizado por la centralización del poder, la promoción de la unidad religiosa y el apoyo a las expediciones que culminaron en el descubrimiento de América.

La ascensión de Fernando al trono de Aragón, por lo tanto, no solo fortaleció su posición dentro de la península, sino que también allanó el camino para la creación de un estado español más cohesionado y poderoso.

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La Generalitat ha justificado esta decisión afirmando que los frescos no tienen ninguna conexión artística con la arquitectura renacentista del salón y que fueron añadidos en una época con una ideología «nacionalcatólica» que no desean enaltecer.

El Salón de Sant Jordi no podía enaltecer el imperialismo y el nacionalcatolicismo español

Se argumenta que el objetivo es recuperar la luz y la amplitud original del salón, tal y como fue concebido por el arquitecto Pere Blai en 1616.

La decisión de la Generalitat ha generado muchas reacciones entre el público. Los sectores catalanistas han apoyado la medida, destacando la necesidad de desvincularse de símbolos y narrativas históricas que no representan la identidad catalana contemporánea.

Sin embargo, la mayoría critica la acción como una pérdida significativa del patrimonio artístico e histórico, argumentando que se trata de una destrucción cultural que ignora la riqueza histórica de los frescos eliminados.

Palacio de la Generalitat de Cataluña
Nou Saló de Sant Jordi | Palau de la Generalitat | Imagen de RamonP

El costo de 2 millones de euros también ha sido objeto de debate, con críticos cuestionando si esta inversión es justificada en el contexto actual. La Generalitat ha defendido la medida, subrayando que se trata de una restauración esencial para recuperar y conservar el patrimonio arquitectónico original del Salón de Sant Jordi.

El futuro del Salón de Sant Jordi

El proyecto de restauración del Salón de Sant Jordi no solo implica la eliminación de los frescos, sino también la implementación de un revestimiento provisional de fieltro en un tono claro para devolver el aspecto sobrio y luminoso original del espacio.

Este enfoque busca mantener la cohesión estética del salón mientras se preservan y destacan las estructuras arquitectónicas renacentistas que han salido a la luz durante las obras.

A medida que avanzan las obras, previstas para concluir en septiembre de 2024, la comunidad cultural y el público en general seguirán de cerca el desarrollo y los resultados de esta intervención.

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La transformación del Salón de Sant Jordi refleja una tensión continua entre la preservación del patrimonio histórico y la reinterpretación de espacios en función de nuevas identidades y contextos políticos.