La reconstrucción de la Capilla de los Salesianos de Nervión en Sevilla

La reconstrucción de la Capilla de los Salesianos de Nervión en Sevilla

En el corazón de Sevilla, la Iglesia de María Auxiliadora, adscrita a las Salesianas, ha iniciado una transformación que no ha pasado desapercibida.

Una reforma ambiciosa que, según los responsables, busca modernizar el edificio de 1955 y adaptar el espacio a las necesidades actuales, pero que ha generado opiniones encontradas entre los vecinos y feligreses.

Una nueva era para María Auxiliadora de Sevilla

Era una mañana luminosa cuando el barrio de Nervión despertó con la novedad: la Iglesia de María Auxiliadora, un punto de referencia espiritual y cultural para la comunidad, lucía distinta. El primer vistazo dejaba claro que algo había cambiado. Las Salesianas, gestoras del templo, habían iniciado un ambicioso proyecto de reforma que prometía modernizar el espacio y adaptarlo a los tiempos.

Los primeros en notar la transformación fueron los feligreses habituales. Algunos, curiosos, se acercaron al edificio con una mezcla de asombro y cautela. La fachada, que siempre había sido sobria y clásica, presentaba ahora un aspecto renovado, casi minimalista.

En el interior, la sensación era aún más impactante. El altar se había desplazado ligeramente, los bancos estaban distribuidos de forma diferente, y las nuevas luminarias inundaban el espacio con una luz cálida que realzaba cada detalle.

https://x.com/UnamunoAgain/status/1872382746007568838

“Es impresionante”, comentó Carmen, una vecina que asiste a misa desde hace más de dos décadas. “La iglesia necesitaba un cambio. Ahora parece más acogedora, más abierta a la comunidad”.

Pero no todos compartían ese entusiasmo. “Esto no es lo que era. Han destruido el carácter histórico del templo”, replicaba Antonio, otro habitual, visiblemente molesto.

Una decisión con propósito

La reforma, según las Salesianas, no fue una decisión tomada a la ligera. Durante meses, un equipo de arquitectos, liturgistas y expertos en diseño trabajó en un proyecto que equilibrara tradición y funcionalidad. La intención era clara: hacer que la iglesia fuese más accesible y versátil, respondiendo a las necesidades de una comunidad que utilizaba el espacio también para actividades culturales y sociales más allá de las celebraciones religiosas.

“El patrimonio no es algo estático”, explicaron las religiosas en un comunicado. “Nuestra misión es preservar su esencia, pero también garantizar que siga siendo útil y relevante para las generaciones actuales y futuras”.

Sin embargo, la polémica no tardó en encenderse. Las redes sociales se llenaron de opiniones enfrentadas. Algunos celebraban la valentía del proyecto, destacando que la iglesia se había adaptado a las demandas de un barrio en constante evolución. Otros, en cambio, lamentaban lo que consideraban una pérdida irremediable del carácter histórico del templo.

El debate en cuanto al diseño

Lo que ocurre en Nervión no es un caso aislado. Sevilla, una ciudad marcada por su riqueza patrimonial, ha vivido en los últimos años una serie de transformaciones similares en otros espacios religiosos. Desde la restauración de la Iglesia de San Luis de los Franceses hasta las intervenciones en Santa Catalina, los templos sevillanos están siendo objeto de un debate constante: ¿cómo equilibrar la modernización con la conservación de la identidad?

La reconstrucción de la Capilla de los Salesianos de Nervión en Sevilla
La Iglesia de María Auxiliadora antes y después de la reforma de 2024

En el caso de María Auxiliadora, la tensión es palpable. Para muchos, el templo no es solo un lugar de culto, sino un símbolo del barrio, un punto de encuentro cargado de recuerdos y significados. Cualquier cambio, por pequeño que sea, se siente como una alteración de algo mucho más grande que las piedras y los muros.

El tiempo dará la respuesta

A medida que pasan los días, el barrio comienza a acostumbrarse al nuevo rostro de la iglesia. Algunos feligreses regresan, todavía con cierta reticencia, mientras otros se han adaptado con rapidez. La misa inaugural tras la reforma fue especialmente emotiva.

Para muchos, el templo no es solo un lugar de culto, sino un símbolo del barrio, un punto de encuentro cargado de recuerdos y significados

El sacerdote, consciente del debate, dedicó unas palabras a la comunidad: “Los cambios siempre son difíciles, pero este templo sigue siendo vuestro hogar. Lo importante no son las paredes, sino las personas que las llenan de vida”.

Quizás, como ocurre a menudo, el tiempo será el juez definitivo. Lo que hoy genera división podría convertirse, con los años, en un ejemplo de cómo las tradiciones pueden convivir con las necesidades del presente.

O tal vez no. Lo que está claro es que, en Nervión, la Iglesia de María Auxiliadora seguirá siendo un lugar de encuentro, ya sea para celebrar lo que fue o para imaginar lo que está por venir.