Margarita Salas,  toda una vida dedicada a la bioquímica

Margarita Salas, toda una vida dedicada a la bioquímica

Margarita Salas es una de las científicas más conocidas de nuestro país. Sus numerosas investigaciones y logros en biología molecular y su prolífica labor docente y divulgadora han logrado que su figura sea todo un referente dentro de la ciencia española.

Nacida en 1938 en Asturias, de padre médico y madre maestra, su familia apoyó siempre a Margarita en sus estudios y le animó a que se mudara a Madrid para ir a la Universidad Complutense, donde se matriculó en Ciencias Químicas.

Margarita Salas fue amiga de Severo Ochoa

La pasión de Margarita por la ciencia viene de muy atrás. Uno de los amigos de su padre era el premio Nobel Severo Ochoa. Cuando este se enteró de que ya había finalizado su carrera de Químicas y que tenía pasión por el laboratorio, le ayudó con una carta de recomendación para que pudiera realizar la tesis doctoral en bioquímica con el equipo de Alberto Sols (estaba considerado el pionero de la bioquímica en nuestro país).

El profesor Sols la aceptó como doctoranda, pero no creía demasiado en las posibilidades investigadoras de una mujer y no se lo puso nada fácil.

La propia Margarita habla en su autobiografía de la misoginia reinante en el departamento y de cómo su director de tesis ignoraba sus investigaciones. Sin embargo, ella no cedió ante las adversidades y continuó con sus investigaciones sin perder el ánimo. La investigadora presentó su tesis doctoral sobre el metabolismo de los hidratos de carbono en 1963 consiguiendo la calificación de sobresaliente Cum Laude.

La vida como investigadora

Mientras realizaba el doctorado Margarita se casó con uno de sus compañeros, el bioquímico Eladio Viñuela, y una vez los dos consiguieron doctorarse viajaron a Estados Unidos para trabajar en la Universidad de Nueva York, en el laboratorio de Severo Ochoa.

Margarita Salas, toda una vida dedicada a la bioquímica y al ADN
Margarita Salas, en el laboratorio del Centro Severo Ochoa

Salas comenzó allí a investigar sobre la capacidad que tiene el ADN de replicación y también sobre cómo los genes se activan o desactivan, intentando comprender cómo lo lograban y cómo se podía controlar estas activaciones. Hizo importantes descubrimientos en este campo, como por ejemplo, demostrar que cuando el ADN se va a replicar este proceso siempre lo realiza en orden y una sola dirección. Sus investigaciones fueron publicadas en prestigiosas revistas científicas.

Después de trabajar tres años en el laboratorio del Nobel, Margarita y su marido volvieron a Madrid queriendo replicar en el laboratorio del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas la forma de trabajar la biología molecular que habían aprendido en Nueva York.

Gracias a la financiación que lograron tras pasar por EEUU, consiguieron tener pronto un equipo de investigadores capaz y pudieron centrar sus estudios en los mecanismos de control de la expresión génica y en la morfogénesis de los virus. Los logros científicos no tardaron en llegar y uno de ellos fue el descubrimiento de cómo una proteína era la que iniciaba el proceso de replicación o copia del ADN. 

Centro Severo Ochoa de Biología Molecular

Cuando en 1975 se crea el centro Severo Ochoa de biología molecular, Margarita pasa a dirigir en él el equipo de Replicación y Transcripción del ADN del fago PHI29, un  proyecto de investigación con el que tuvieron varios éxitos al lograr una patente que conseguía producir numerosas copias a partir de una cantidad ínfima de material genético, algo muy útil para los procesos biotecnológicos. 

Margarita Salas recibió importantes reconocimientos en vida. Fueron numerosos los doctorados honoris causa que se le otorgaron, además de premios tan prestigiosos como Investigadora europea 1999 de la UNESCO.

Fue miembro, entre otras instituciones, de la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, de la Real Academia de la Lengua española, la American Academy of Arts and Sciences o la American Society of Microbiology.

Margarita Salas y Santiago Grisolía Doctores Honoris Causa UNED
Margarita Salas Falguer durante la investidura del Honoris Causa por la UNED

Entre estos reconocimientos está el nombrarla Marquesa de Canero, su lugar de nacimiento, un título que se le concedió en 2008 por “su entrega a la investigación científica sobre la biología molecular, realizada de forma intensa y rigurosa a lo largo de toda su vida profesional”.

Margarita Salas murió en Madrid en noviembre de 2019, un mes más tarde, el Centro de investigaciones biológicas del CSIC donde había trabajado pasó a llamarse Centro de investigaciones Biológicas Margarita Salas en recuerdo a toda una vida dedicada a la bioquímica.