¿Qué está pasando con las series de Star Wars?

¿Qué está pasando con las series de Star Wars?

Las series de Star Wars no atraviesan por su mejor momento, audiencias en caída libre, cancelaciones, proyectos que no terminan de arrancar… cosas que están pasando en una galaxia no tan lejana.

En 2019 se estrenó El Mandaloriano, primera serie de Star Wars en Disney+, y fue todo un éxito en prácticamente cualquier métrica concebible. Buenas críticas, buenos datos de audiencia, y sin duda, la consolidación de un Pedro Pascal que empezaría a aparecer en cualquier buen proyecto que se precie. Ah, y también contaba con la pieza de merchandising definitiva, más conocido como Baby Yoda (o Grogu, para los expertos).

En 2024 se estrenó Skeleton Crew, y la serie protagonizada por Jude Law alcanzó la audiencia más baja de la franquicia en su semana de estreno con 382 millones de minutos de visionado, mientras que El Mandaloriano tuvo 1.032 millones de minutos en el estreno, y hablamos de la temporada 2… ¿Por qué? ¿Qué ha pasado entre una serie y otra?

Tengo un mal presentimiento sobre esto…

Hagamos un pequeño repaso.

El Mandaloriano (2019, 2020 y 2023). Un cazarecompensas debe elegir entre su integridad moral e integridad física al descubrir que uno de sus encargos no es otro que un adorable mini jedi, que casualmente es exactamente igual que el maestro más poderoso de la galaxia. Un western espacial, con tres primeros capítulos excepcionales en todos los sentidos, que parecían marcan el rumbo a seguir (this is the way… ¿alguien se acuerda cuando eso significaba algo?).

La temporada 2 se preocupó más por presentar nuevos personajes que en el futuro tendrían sus propias series (Boba Fett, Ashoka) que en contar una buena historia. Y la temporada 3, el propio Pedro Pascal, directamente pasó a ser un personaje secundario.

En 2021 se estrena el Libro de Boba Fett, y aquí empezaron las divisiones, porque con las dos primeras temporadas del Mandaloriano todo eran risas y felicidad. Pero aquí fue cuando los fans empezaron a bajarse del barco. ¿El motivo? Principalmente, la serie no estaba bien estructurada, y a la mitad de la historia se convierte en El Mandaloriano 2.5.

Y así, se estableció la fórmula de lo que supondría el principio del fin. Veáse…

La fórmula del fracaso de las series de Star Wars

Nombre propio conocido para los fans (Boba Fett, Kenobi, Andor, Ashoka) + historia que valdría para película pero que se estira para llegar a un número de capítulos mínimos para emitir en Disney+. Añádase, invertir en un minuto en CGI el equivalente a un año entero de cine independiente (modo ironía on), y esperar que con esto se vaya creando un universo cinemático cuyo climax veremos en cines el año que viene (modo ironía off).

En 2022 se estrenaron Kenobi, con el mismísimo Ewan Mcgregor haciendo de Obi Wan. Y Andor, ¿quién? Sí, Andor, ese que salía en Rouge One… Pues resultó que Andor es una de las mejores series de ciencia ficción que este humilde servidor ha visto en su vida. Mientras que Kenobi estuvo envuelto en polémica desde el día 1 de su estreno (además que tenía momentos de «tan mala que es buena»).

Ashoka se estrenó en 2023. Pese a ser un proyecto de Dave Filoni (creador de la infravalorada Clone Wars, y fan incondicional de los sombreros de cowboys), dejó mucho que desear, con una trama que parecía estirada a más no poder (si el río suena…), y por lo tanto, aburrida por (muchos) momentos.

Y llegamos a 2024, donde se estrenó The Acolyte… seguramente habría que dedicarle un artículo entero solo a esta serie, pero se puede resumir en qué dividió a los fans como nunca, y marcó un antes y un después en cómo el público percibía las series de Star Wars… y entonces, llegó Skeleton Crew, y se convirtió en el meme de la bola de heno que cruza el desierto.

Hazlo, o no o hagas, pero no lo intentes

Basta ya de tanto contenido insulso, Star Wars vive en un quiero y no puedo. ¿Los motivos?

Se le acusa a las series de Star Wars de ser demasiado políticamente correctas, cumpliendo con cuotas de diversidad de manera forzada para poder vender en la mayoría de mercados posibles. Otra acusación, de contar siempre la misma historia (protagonista que viaja de un punto a, a un punto b, y en el camino aprende algo relacionado con la fuerza). También, de ser propaganda woke, con protagonistas femeninos ensalzados a más no poder. Y no olvidemos, de falta de creatividad en los diseños de producción (siempre los mismos planetas, las mismas naves). Se les acusa de tanto…

Todas esas razones pueden tener su mayor o menor peso en la explicación de la caída en gracia de las series de Star Wars. Pero el principal motivo es que el público, por encima de todo, lo que quiere es una buena historia, y no las estamos recibiendo.

El Mandaloriano tuvo un coste de 15 millones por episodio, y Skeleton Crew de 17 millones por episodio. Es decir, en Disney no tiran la toalla con las series de Star Wars, pero deberían replantearse el modelo.

Buenas historias para las series de Star Wars, por favor

Da la sensación de que las ideas para las series, son ideas para películas recicladas. En Disney deben invertir más en guionistas, y menos en diseño de producción. No es casualidad que Andor sea la mejor serie de la saga, cuando cuenta con Tony Gilroy, guionista de la trilogía de Jason Bourne, de Matt Damon.

En conclusión, menos series, con más tiempo para desarrollarse, y contando con guionistas de primer nivel. Si no, la caída en audiencia será cada vez mayor, y será cuestión de tiempo de que se cierre el grifo para evitar seguir perdiendo dinero.

¿Podrá reaccionar a tiempo la casa del ratón?… Que la fuerza nos acompañe.