La Batalla de Endor, el separador de Star Wars

La Batalla de Endor, el separador de Star Wars

Nostalgia por la magia de los años ochenta en los seguidores de Star Wars al pensar en el Bosque de Endor

La batalla de Endor supone un antes y después en Star Wars, tanto desde un punto de vista cinematográfico, pues marca el final de la primera trilogía, como desde un punto cronológico, ya que ultima al gobierno despótico del emperador.

El suceso goza de tintes épicos debido a dos principales factores.

En primer lugar, al cariz heroico del ataque, en proporción muy desigual en cuanto a los elementos enfrentados y a la trágica necesidad que tiene la Alianza de lograr la victoria, pues una derrota, les dejaría, de nuevo, a merced de una infamia tecnológica capaz de destruir planetas.

La batalla de Endor en el bosque con los Ewoks
La batalla de Endor | Episodio VI de la saga Star Wars

En segundo lugar, a como se producen los acontecimientos, una vez se descubre que todo forma parte de un plan urdido por el propio Palpatine para atraer a la flota rebelde y aplastarla de un solo golpe, un recurso que, aun siendo muy socorrido, funciona a la perfección.

El bosque de Endor

La acción, que se nos presenta dividida en tres partes que discurren de forma paralela (La lucha librada entre las dos flotas espaciales, el combate que tiene lugar en la superficie del satélite y el enfrentamiento que mantienen Palpatine, Darth Vader y Luke Skywalker en el interior de la Estrella de la Muerte) de tratarse de un conflicto real, fácilmente se equipararía a otros acontecimientos bélicos famosos como, por ejemplo, la caída de George A. Custer en Little Big Horne, la derrota de Napoleón Bonaparte en Waterloo o el ataque japonés a Pearl Harbor.

Pero no, la batalla de Endor no es real, pertenece a la saga de Star Wars, a uno de sus momentos clave y a la magia del cine. La velocidad vertiginosa de las naves en combate con los fondos en segundo plano repletos de explosiones, las comunicaciones y gritos de los pilotos rebeldes, el quejido de los sables laser al chocar, la lucha desigual entre Ewoks y tropas imperiales, el discurso de Vader mientras busca a Luke, la sonrisa malvada del emperador, el heroísmo de Lando, Han, Leia y Chewbacca.

Comerciantes de huesos. Una historia de curas, naturalistas y fósiles

Son estos los ingredientes que componen una receta magistral que se nos presenta aderezada con sorprendentes efectos especiales, libres del maltrato perfecto al que tanto nos están acostumbrando los usos desmedidos de las nuevas tecnologías, y a la excelente partitura musical del maestro John Williams.

La banda sonora de Star Wars

Llegados a este punto, en el que menciono la banda sonora, no puedo evitar evocar una de mis partes favoritas, la que ambienta el final de Vader. Da igual las veces que la escuche, me sigue estremeciendo.

Por cierto, ¿dónde han quedado aquellas maravillosas bandas sonoras cuyas melodías son tan reconocibles y de las que la composición principal de Star Wars es un claro ejemplo? ¿Ha pasado la música a un segundo plano en el cine? ¿O es el cine el que ha pasado a un segundo plano?

Recientemente, en el transcurso de un evento que tuve el placer de realizar, me preguntaron si pensaba que el cine atravesaba una crisis. “En ciertos aspectos, sí”, respondí. Y lo mantengo.

Y esta afirmación no quiere decir que no haya cine de calidad, sino que está falto de épica, de clímax finales (cada vez más sustituidos por momentos cómicos bochornosos), de héroes solitarios que arrastran pasados trágicos, de historias sorprendentes que contengan giros imposibles. En resumen, el cine actual está falto de batallas de Endor.

El bosque de Endor tuvo una batalla ewoks Star Wars

Reconozco que mi reflexión está cargada de nostalgia. Nostalgia por haber vivido una época irrepetible que ya ocupa un lugar en la historia del cine, una época dorada en la que la imaginación desbordante de múltiples creadores, ya fueran guionistas, directores, técnicos de efectos especiales o diseñadores de vestuario, nos impresionó y divirtió a partes iguales, una época que puso el listón muy alto.

En los 80′ el cine tenía otra magia

De la primera trilogía de Star Wars, compuesta por Una nueva esperanza, El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi, podemos elegir cientos de momentos especiales: La primera aparición de Vader, Luke bajo el influjo de los dos soles de Tatooine, La batalla de Hoth, el primer duelo de Vader y Luke, la congelación de Han Solo en carbonita, la aparición de Yoda, el palacio de Jabba, la persecución en motojets… En realidad, resulta difícil quedarse con una parte en concreto.

«El cine, en ciertos aspectos, atraviesa una gran crisis»

Sin embargo, tengo claro que la batalla de Endor es una de mis secuencias favoritas, no solo de Star Wars, sino de la historia del cine, un grandísimo colofón a una película asombrosa, a un proyecto fantástico e ilusionante y a un fenómeno social que cautivó a millones de personas, un merecido final a una obra que, a pocos años de su estreno, ya se había convertido en un referente, algo que todavía queda muy lejano para el resto de los productos asociados a este universo y a los que el tiempo juzgará de forma conveniente.

Porque, hasta el momento del estreno del Retorno del Jedi, un 21 de junio de 1981, el cine no había mostrado nada igual.

Y me atrevo a decir que, más de cuarenta años después, al menos para el que escribe, sigue sin mostrarlo. 

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