La ruleta rusa no es de origen ruso

La ruleta rusa no es de origen ruso

Aunque muchos veais la ruleta como un juego, la “ruleta rusa”, paradójicamente, nunca estuvo pensada para entretener.

Este artículo comienza en twitter. Un día vi la afirmación de que “la ruleta rusa no es de origen ruso”, y me sorprendió hasta el punto de investigar todo lo posible para encontrar el verdadero origen de la ruleta rusa.

Y, tras leer e investigar diversas fuentes, descubrí en efecto que este juego no se originó en Rusia, y la idea de este artículo es explicar en profundidad el origen de la ruleta rusa.

¿En qué consiste la ruleta rusa?

Para entender el impacto de la ruleta rusa, primero describamos en qué consiste. Un participante carga un revólver con una sola bala en el tambor, dejando las otras recámaras vacías. Luego, el jugador hace girar el tambor, se apunta a sí mismo a la cabeza, y aprieta el gatillo.

Y ahí comienza la magia (o la muerte).

Un tambor de pistola tiene capacidad para entre 5 y 10 balas, siendo 6 el tamaño más frecuente. Esto nos da una propabilidad del 16.66% de que al dispararte te toque la bala, y un 83% de que sobrevivas y te salves.

En el colectivo popular (sobre todo en los Estados Unidos) asocian este acto con una idea de “coraje ruso,” un mito que contrasta con los orígenes reales, muy lejanos a la propia Rusia.

El origen de la ruleta rusa

Aunque muchos atribuyen a la ruleta rusa la antigüedad, la realidad es que es un juego muy reciente, y su primera mención tiene menos de 90 años.

Para conocerlo tenemos que remontarnos hasta enero de 1937. El escritor suizo-estadounidense George Surdez escribió una serie de relatos en la revista Collier’s Magazine en los que describía diferentes juegos temerarios a los que jugaban los soldados de la Legión Extranjera Francesa en el norte de África.

Ese artículo buscaba introducir a los lectores al duro mundo militar, en el que los soldados se atrapados entre la rutina militar y la incertidumbre de una muerte cercana.

En uno de estos relatos Surdez trascribe una conversación entre un mercenario alemán y un sargento. La traducción del diálogo presenta la ruleta rusa como una práctica ocasional de soldados rusos que, al verse sin honor ni patria, tomaban un revólver, quitaban un cartucho, giraban el tambor y apretaban el gatillo.

Era un juego en el que, según el sargento, la probabilidad de sobrevivir era de cinco a una.

El relato de Surdez rápidamente se popularizó, y pronto empezaron a salir más versiones del juego. A pesar de que la historia corrió rápido entre la gente, investigaciones recientes nos indican que no fue más que una invención del escritor, un recurso narrativo que se le ocurrió y rápidamente cautivó la imaginación popular.

La ruleta rusa de George Surdez

La historia que Surdez contó parecía captar algo esencial sobre el espíritu de los soldados y mercenarios de la época: el desafío, el riesgo y la voluntad de enfrentarse al peligro en medio de la desesperanza.

Al combinar el azar mortal y el honor personal rápidamente se propagó entre todos aquellos para los que su honor valía más que su vida. Y fue en Occidente donde se vinculó con el imaginario ruso por su enfoque hacia la valentía y el estoicismo.

Pero a pesar de que la Legión Francesa tenía gentes de diversas nacionalidades, hasta la fecha no se ha encontrado ninguna evidencia que sugiera que los soldados rusos, alemanes o franceses jugasen a la ruleta rusa en la realidad.

Aun así, la narrativa de Surdez consolidó la creencia en un juego macabro que con el cine terminaría de difundurse.

La primera muerte por la Ruleta Rusa

Aunque surgió como un mito literario sí se materializaron varios casos registrados en Norteamérica.

Uno de los primeros incidentes documentados de muerte por ruleta rusa ocurrió con Thomas Markli, quien murió en su cumpleaños al intentar la letal “prueba de suerte”. Su muerte ocurrió en septiembre de 1937, apenas unos meses después de la publicación del relato de Surdez.

Desde ese momento, algunos otros casos aparecieron en diferentes partes de Estados Unidos, y se convirtieron en episodios aislados que cimentaron aún más la idea de azar extremo.

Aunque estas tragedias ayudaron a mantener el mito, el “juego” nunca alcanzó la aceptación o el reconocimiento como una práctica habitual en ninguna cultura. Más bien, fue la literatura y el cine quienes continuaron propagando la imagen de la ruleta rusa como símbolo de desafío y fatalidad.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad