La Organización Europea para la Investigación Nuclear (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire), más conocida por sus siglas, CERN, fue fundada en 1952 cerca de Ginebra, Suiza, y se ha convertido en el mayor laboratorio sobre la física de partículas del mundo. Cuenta con varios aceleradores de partículas, entre ellos, el famoso Gran Colisionador de Hadrones, o LHC (Large Hadron Collider), con 27 km de circunferencia, siendo el más grande jamás construido.
En el CERN pudo llevarse a cabo satisfactoriamente el experimento que demostró la existencia del Bosón de Higgs, para explicar el origen de la masa de las partículas elementales, en 2008. Este laboratorio también es conocido por haber desarrollado en 1990 la World Wide Web (www). Desde 2010 experimentan con la captación de átomos de antimateria con el que en un futuro podremos optar a cantidades ingentes de energía.
Fotografías de unas instalaciones internas del CERN y del famoso Gran Colisionador de Hadrones.
Sin embargo, es muy probable que esta base científica llegue a alcanzar algún día una de las barreras hasta ahora infranqueables para el ser humano: muchos afirman que están empleando los aceleradores de partículas para experimentar con los viajes en el tiempo. Aunque a menudo se responde a estas declaraciones con que dichos aparatos no están destinados para ese fin, es innegable el hecho de que superar la barrera del tiempo y el espacio es algo que ronda la mente humana mucho antes de que H. G. Wells escribiera su famosa novela de ciencia ficción. La inmensa mayoría niega los viajes en el tiempo respondiendo con paradojas. Por ejemplo, si yo viajo al pasado e impido que se hunda el Titanic, en el futuro nunca se hubiera hundido, y yo no tendría la necesidad de viajar para impedir su hundimiento, por lo que se hundiría de nuevo, entrando en un bucle infinito. Otra es la famosa “paradoja del abuelo”: Si voy al pasado y mato a mi abuelo, ¿quién lo hubiera matado si yo no sería concebido, pues?
A estas se puede responder con algo llamado “líneas temporales” y existen diversas soluciones.
La línea original vendría siendo de la cual partimos, una línea donde nuestro abuelo no ha sido asesinado por nosotros. Cuando viajamos para matar a nuestro antepasado, realmente no lo hacemos en nuestra línea temporal, si no a un universo paralelo donde nuestro abuelo ya había sido asesinado por nosotros, por lo que tan solo se cierra la paradoja.
Otra teoría afirma que no existen líneas temporales absolutas, por lo que tu nacimiento no es necesario para que tu abuelo muera. Es decir, tú viajas en el tiempo en tu misma línea temporal, y matas a tu abuelo. Tú desaparecerías en ese momento porque nunca serás concebido, pero al no ser necesario completarse la línea temporal, tu abuelo puede ser matado por ti aunque en el futuro no pueda concebirte.
Existe otra que afirma que viajar en el tiempo implicaría el impedimento de cualquier acto que haga que dicho viaje no sucediese. De esta forma, en ningún momento podrás matar a tu abuelo.
Una teoría más afirma que, al viajar al pasado, lo que alteras es el futuro, y no puede alterar nada del universo del que vino, por lo que al “regresar” a tu tiempo, este habrá cambiado por completo.
La contemplación espectral sostiene, en cambio, que se puede viajar al pasado, pero solo verlo, en forma de fantasma. Tú puedes observar lo que ha ocurrido en el pasado pero no puedes interactuar en él. Así mismo, nadie del pasado puede verte ni interactuar contigo. Esta teoría ha suscitado curiosidad, ya que haría posible conocer nuestro pasado tal y como ocurrió, facilitando la investigación científica.
Existen más teorías, pero creo que ya os haréis una idea. Lo que quiero decir con esto es que la verdad puede ser benigna o maligna. Si los viajes en el tiempo suceden como indica la contemplación espectral, su existencia nos beneficiaría, pero en caso de que no sea así y se creen líneas temporales distintas, podría emplearse como arma e incluso destruir el mundo. Ya sabéis, el efecto mariposa: un cambio mínimo crearía a su vez más cambios pequeños que desembocan en una línea temporal nueva totalmente distinta. Imaginad que una potencia emplea los viajes en el tiempo para ganar una guerra que en nuestra realidad ha perdido. No sabemos qué ocurrirá con ese cambio, y puede ser catastrófico. Si las teorías sobre los supuestos experimentos del CERN en el campo de los viajes temporales son ciertas, están entrando en terrenos pantanosos que quizá no deban cruzar.
Pero los misterios del CERN no acaban ahí. Como yo soy consciente de que tengo público y lectores de distinto pensamiento, me gustaría también contentar a los fans de las conspiraciones; si eres fiel seguidor de la ciencia y el pensamiento lógico, puedes acabar este aquí.
Algo que despierta la imaginación de los más paranoicos es, sin duda, la estatua de Shiva cerca del LHC.
Shiva forma parte de la Trinidad Hinduista, y es el dios que destruye el universo preparándolo para que Brahma lo recree y Visnú lo preserve. La estatua representa al Shiva Nataraja, Rey de la Danza, realizando el baile de la destrucción del universo. Es algo curioso, ya que existe una teoría que afirma que el tiempo no es lineal, sino cíclico, y que la explosión primigenia, el Big Bang, que dio origen a nuestro universo fue a su vez la destrucción de uno anterior y que volverá a suceder en el futuro, destruyendo nuestra existencia y simultáneamente creando una nueva. Quizá por eso escogieron una deidad tan apropiada, y quién sabe si fue una simple coincidencia, pero los fans de la conspiración lo toman como una pista de lo que el CERN hace con el Gran Colisionador de Hadrones. Probablemente no sea nada, o probablemente se desate en él la futura destrucción del universo, el caso es que el colmo llegó con un viejo vídeo filmado de noche frente a esta estatua, que ya muchos se preguntan qué hace en un lugar plenamente científico. En la filmación se muestra a unos hombres con hábitos negros sacrificando a una mujer frente a Shiva. El CERN se disculpó diciendo que fue una “simulación” y que a algunos de sus trabajadores les gustaba gastar bromas, pero se supone que a esas horas de la noche no debería haber nadie para ver esa “broma”. ¿Y qué sentido tiene un chascarrillo si no hay nadie para verlo?
Y vosotros, ¿qué creéis?
Escrito por Aristófanes