Fue una duda que un compañero me hizo llegar al leer el texto sobre Price. Cantaba el aria de Floria Tosca en inglés y no en italiano, que es el idioma en el que fue compuesta la obra. Es cierto. Licencias de la época. La traducción del texto de las óperas fue un algo muy común durante siglos (De la Carmen de Bizet es casi tan fácil encontrar grabaciones en italiano como en francés). Era la única forma de facilitar la compresión de lo que ocurría sobre la escena al público.
(No) Lost in translation
Al principio no importaba mucho. La ópera era algo italiano, cantada en italiano por italianos. Se asumía así, así se aceptaba. Fin. Pero todo cambió cuando Mozart llegó, vio y venció. Nada fue igual. Ahora había obras que querían ser escuchadas en otros países. Para salvar esa barrera idiomática comenzó la era de la traducción.
En ocasiones se traducía toda la ópera (en ocasiones de mano del propio compositor cuando había compuesto para un idioma que no era el suyo). Pero a veces sólo se traducía el aria, mientras el resto de la función se cantaba en el idioma original. Había que ahorrar costes aunque el resultante fuera una combinación extraña. Como esculpir con dinamita. Puede llevarnos a escuchar a un Boris cantando en ruso y al resto del reparto en inglés. Con el resurgir de los nacionalismos en el XIX se dio una nueva vuelta de tuerca (para alegría de traductores) y se pedía todo adaptado al idioma del público. En ocasiones con tanto éxito que se conoce más la ópera en el idioma traducido que en el original. Miren a Flotow y su Martha.
Sólo la implantación de los sistemas de subtitulado en los teatros ha ido llevando (afortunadamente) esa práctica al olvido.
Pero el cambio de idioma no es un problema cuando intérprete tiene la capacidad adecuada para resolver las dificultades del aria. Buscarán sus vocales favoritas para empujar en el nuevo idioma (que siempre es su idioma natal) y adaptarán la línea de canto a ello. Un buen ejemplo para empezar es el de la propia Price y su Vissi d’arte de la ópera Tosca.
Aquí en inglés:
Aquí en italiano:
Jussi Björling fue uno de los grandes tenores en los años 30-50 del siglo XX. Una de las voces de más bello color de su cuerda. Desgraciadamente su temprana muerte, a los 49 años, privó a la ópera de muchas más noches de leyenda. Cantó muchas veces el rol del Duque de Mantua (existen algunas grabaciones en vivo monumentales como la que hace con Warren y Sayao en el Metropolitan) así que la famosa canzonetta del tenor en Rigoletto la interpretaba a menudo. Tanto en la ópera como en recitales. Pero cuando estos últimos eran en casa Björling se venía arriba y la interpretaba en sueco.
Aquí en sueco:
Aquí en en el idioma original de la obra:
Don Alfredo fue EL Werther. Nadie lo ha cantado tanto ni mejor que él… aunque esa definición casi nos vale para cualquiera de los papeles que cantara el tenor canario durante su larga carrera. Técnica y estilo. Siempre. Cuando interpretaba el aria del joven poeta el silencio en el teatro era reverencial. Los espectadores sabían que estaban ante un momento histórico. Pero todo tiene un inicio y el de Kraus con Werther fue en el teatro de Piacenza, un 8 de enero de 1966. En italiano. La grabación tiene el plus de ser una de las contadísimas ocasiones en las que el tenor ofreció un bis, algo a lo que era muy contrario.
Aquí hay un poco de trampa. Melchior canta el aria de Vasco de Gama en L’Africaine de forma excepcional. En todo su apogeo y esplendor. Pero en alemán. No es el idioma en el que normalmente se canta, que es el italiano (aunque el original era en francés) para la confrontación de idiomas invoco a otro tenor de extraordinaria fuerza. Los dos cantando sin guardarse nada. Ojalá fueran grabaciones en vivo. El estudio siempre mata un poco a los grandes intérpretes.
Aquí en alemán por Melchior:
Aquí en italiano por Del Monaco:
Escrito por Don Giovanni
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