«El Colapso» según Les Parasites

«El Colapso» según Les Parasites

"El Colapso" era cosa de países pobres. Nosotros tan solo consumíamos sus recursos y crecíamos a su costa. Algunos hasta reciclábamos basura.

Nadie sabe cuando empezó todo. Si fue hace 20, 50 o más de 100 años poco importa, no íbamos a sacrificar nuestro modelo de vida occidental.«El Colapso» era cosa de países pobres y gobiernos tiranos. Nosotros tan solo consumíamos sus recursos y crecíamos a su costa. Algunos hasta reciclábamos basura. ¿Que más podíamos hacer?.

Lo cierto es que todo se complicó sin darnos cuenta y aunque avisar nos avisaron, no nos dimos por aludidos. La más clara y contundente, Donella Meadows en ‘Los límites del crecimiento’. Sus pronósticos se cumplieron.

Primero fueron los cortes de luz, y los generadores nos salvaron. El caos llegó cuando se acabó la gasolina. A todo esto, la casta privilegiada ya se había marchado y el éxodo de la ciudad al campo era solo cuestión de tiempo. El mismo del que dependían los reactores nucleares antes de que el agua se evaporase. Así nos alcanzó el colapso, entre el miedo y la violencia. Aprendiendo a nadar mientras se hundía el barco.

«El Colapso»(2019), un futuro posible

En tiempo real y abordando al espectador, Les Parasites compone ocho historias como ocho bofetadas en la cara. Breves pero intensas, de las que humillan y con la mano abierta. Ocho planos secuencia de 20 min cada uno, que nos convierten en testigos del colapso de la civilización.

¿Y después? Después nada. Ni pastilla azul ni roja. Ya no vale lo de ser feliz en la ignorancia, solo nos queda sobrevivir. Y entre recuerdos de un sistema invencible, un murmullo. Un «ahora os toca a vosotros idiotas» que llega desde el otro lado del mar.

Aquí no hay hordas de zombies, ni paisajes apocalípticos. El presidente no se dirige a la nación vendiendo patriotismo barato. No estamos ante el fin del mundo norteamericano, no, esta no es su historia. «El Colapso» toma otra dirección, casi la opuesta. Con un presupuesto bajo y mucho talento, su fuerza reside en parecer creíble, y para ello utiliza los pocos recursos de los que dispone. Una gasolinera, un supermercado o una residencia de ancianos, lugares cotidianos y personas normales ante situaciones excepcionales.

Anclar la ficción a la realidad y sumergirnos hasta un futuro posible, es la mayor preocupación de sus directores. Les Parasites, el colectivo de cineastas responsables de la serie, ven en el cine el mejor método para difundir sus mensajes y que estos lleguen a un mayor número de gente. «Creemos en el poder de las historias para cambiar la sociedad».

Y desde la normalidad consiguen hacernos reflexionar. La misma normalidad que aparentemente se respiraba en Paris.

Día 2, d.c

En el supermercado, mientras la gente compra, una television encendida llama la atención de un empleado. Entre el ruido de los carros, códigos y pitidos, se escucha una voz enfadada que sale de la pantalla. Es un científico que habla sobre un gran engaño. Algo de la ilusión del crecimiento verde infinito en un planeta de recursos finitos.

«La señora ministra miente. Es su trabajo. Sabe tan bien como yo que ningún país ni institución está preparado para lo que va a ocurrir…» Y de repente, la oscuridad. El «solo efectivo» que tan familiar nos resulta ahora, confirma la caída de datáfonos y cajeros automáticos. Los generadores se activan, pero el gasoil escasea y los estantes cada vez están más vacíos.

Francia lleva sufriendo cortes de luz que van en aumento y los almacenes dejaron de recibir productos. Pero es el día 2 después del colapso. La cajita de música aún suena y su bailarina sigue dando vueltas. El sistema sufre pero aguanta, ha dicho la ministra de transición ecológica. Qué no cunda el pánico, los trabajadores pueden seguir soñando con heredar la empresa.

En tiempos de pandemia

En 2019 cuando Les Parasites presentaron «El Colapso», nadie podía imaginar lo cerca que estábamos de él. Solo un año más tarde, la pandemia irrumpió con violencia en nuestras vidas y los paralelismos entre ficción y realidad se dispararon. El virus, como en las películas, sacó a relucir las miserias del sistema.

Al igual que en la producción francesa, las clases sociales marcaron la diferencia y quien tenía dinero pasaba el confinamiento en un luminoso jardín con piscina. Si no, en un pisito de 40 m2. Y al margen de la avaricia patológica que mostramos en los supermercados, entre los aplausos de la tarde, los países ricos y las grandes empresas acumulábamos todo el material sanitario.

Personalmente admito que el confinamiento no me sentó tan mal. No trabaje en semanas y gracias a él redescubrí producciones de bajo coste ya olvidadas. Así llegó hasta mí «El Colapso» y otras mil maneras de acabar con la vida en la Tierra. Porque sí, el coronavirus despertó la curiosidad por este género, pero no explicaba el número tan elevado de títulos catastróficos en la Francia pre-pandemia.

El apocalipsis, siempre tan presente

La visión del fin de los tiempos, tan ligada a los textos bíblicos del cristianismo, siempre ha estado presente en la vieja Europa medieval y la representación de la destrucción se reflejaba en pinturas de la época. Pero no fue hasta la segunda mitad del S. XIX, con la llegada de autores como Julio Verne, cuando esa idea del apocalipsis se despegó del carácter sagrado y formó parte de la ciencia ficción literaria.

Una ciencia ficción con distopías apocalípticas que tuvo su mayor auge a finales de los 70, coincidiendo con la crisis del petroleo y el inicio de la «era nuclear» en Francia. Así, si tenemos en cuenta las 56 centrales que a día de hoy conviven con 68 millones de personas, quizás entendamos mejor esa predilección del cine francés por el fin del mundo.

«El Colapso» es una de las últimas expresiones de esos miedos y temores que tanto nos preocupan pero intentamos enterrar. Como una broma de mal gusto, llegó hasta nosotros en plena pandemia y se ha quedado para recordarnos lo imprescindibles que somos. Entretenida pero cruda, modesta pero llena de talento. Una serie que golpea nuestra conciencia y que todos deberíamos ver.

Dónde ver «El Colapso»

La serie de Les Parasites fue producida por Canal+ Francia en 2019. Llegó a España poco después de la pandemia, en verano de 2020 y permaneció hasta 2023. Ahora, con la histeria colectiva creada tras el apagón, Filmin la ha recuperado. «El Colapso» es la serie más vista en la historia de la plataforma.

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