COUP DE CHANCE (2023), nueva melodía de un neoyorkino fanático del jazz

COUP DE CHANCE (2023), nueva melodía de un neoyorkino fanático del jazz

Dirigida por Woody Allen

«El tren se mete en un túnel… oscuro, siniestro, aterrador… entonces veo el verdadero rostro de la existencia… y cuando salgo del túnel… ya no soy el mismo», son las palabras de Jean, el marido de Fanny, hablando con su suegra. Parece un lugar común, algo dicho al pasar por este asesor financiero. Difícil distinguir la realidad o la esencia de una persona, hay gente transparente y otra que debe intervenir esa realidad, usar máscaras, para encajar en una existencia inventada.

Fanny engaña a Jean con un compañero del liceo de Nueva York: Alain, escritor que de pronto ha olvidado la única copia de su manuscrito, detalle que devela el fin de un plan retorcido.

Es un placer disfrutar de los guiones del neoyorkino, encuadres perfectos a cargo de Vittorio Storaro y una partitura de excelencia. El montaje es cuidado y no existen escenas redundantes, pero el montaje musical para enlazar esas escenas es la marca distintiva de este fanático del jazz.

El tema de Herbie Hancock, Cantaloupe Island, es perfecto… Allen ha escogido una pieza que escuchaba por el año 1996. Compuesta en años pretéritos junto a Miles Davis y que bifurcaba en dos significados: noches bohemias llenas de humo y por otro lado la traición de una pareja de entonces.

La película se transformará en una comedia negra cercana al thriller. Alain y Fanny se han reencontrado en París, un momento casual despertará recuerdos de su amor platónico, aunque esta vez será correspondido.

Alain no es un escritor snob que gusta de la poesía. Es directo y las palabras surgen sin esfuerzo como muestra de su amor. Allen se salta el sexo y detiene la cámara en detalles deliciosos, paseos por la ciudad, copas de vino frente a una buhardilla. Los amantes sólo requieren estar al lado del otro, mientras el marido descubre el affaire al contratar a un investigador privado.

La música y la ciudad son un universo perfecto y ellos se muestran sin máscaras. El montaje al ritmo de jazz resuma verdad, es una delicia esta mirada enamorada del cineasta, quizás algún recuerdo del pasado… de improviso el traicionado está confabulando con unos tipos junto al río Sena.

Jean es un burgués acostumbrado a las vitrinas, que los demás admiren a su esposa perfecta y todos los lugares comunes de un nuevo rico, cuya infancia atormentada canaliza en una enfermiza pasión por los trenes eléctricos, que en su imaginación lo salvan de lo oscuro y siniestro.

Si la primera parte era ágil y ensoñadora, en la segunda el director pone freno de mano. En adelante todo será impostado y Jean ha sacado del camino a su contrincante, de la peor manera. Resuelve sus problemas de forma drástica para volver al cuento original, parece no importarle que ella se haya enamorado de otra persona en tanto el resto vea ese ficticio cuento de hadas.

El retrato de la burguesía es despiadado y recuerda al mejor Buñuel. Vacío existencial de seres que deben hacer trampa porque no tienen nada que ofrecer. Jean es posesivo y no deja respirar, desea su propia versión de ella.

Alain le obsequió poesía, palabras nunca rebuscadas, tan distintas al discurso artificioso de Jean ante la madre de Fanny.

Un golpe de suerte reunió a los amantes, esos momentos no se borrarán y otro golpe de suerte ajustará las cuentas de la realidad, no la ficción que imaginó el asesino.

Es genial cuando un realizador transporta a otra época y lo hace con tanta gracia. Woody Allen trajo de vuelta recuerdos dolorosos, fui traicionado por una mujer fascinante que me engaño con su exesposo, no es broma.

Bailábamos otra versión en la Batuta, Cantaloop de US3, versión funky de la pieza original de Hancock. Ella al medio de la pista disfrutando de un vodka tonic. Era el hombre más feliz del mundo y ese recuerdo permanece, quise denunciar al tipo por traficar con drogas, pero no valía la pena.

La policía no conduce a nada bueno, hay que asumir que esa mujer ya no te ama y afrontar el dolor.

Visionar a Woody Allen permite superar esos duros momentos.

9/10 - (1 voto)