La catedral de Málaga es conocida por ser una joya renacentista en Andalucía. Su construcción se inició sobre los planos de los arquitectos Diego de Siloé y Andrés Valdevira. Pero tiene una gran y larga historia. Se comienza a construir en el año 1528 sobre los cimientos de la antigua mezquita aljama, después de ser reconquistada por los reyes católicos. La catedral es una síntesis de estilos arquitectónicos (renacentista, barroco y gótico).
Por la falta de dinero, se fue edificando por etapas. En uno de estos períodos se construiría el coro y la sala capitular. También hay que decir que efectos adversos impidieron su levantamiento, como fue el caso de un terremoto, en 1680, que afectó a su estructura.
Tras largos lapsos de tiempo, se terminaron la fachada principal y la torre norte, pero la cubierta y la torre sur quedarían inconclusas. Por orden real las obras se suspenden definitivamente. La necesidad de pecunio por parte del gobierno central era urgente.
Se encontraban apoyando una rebelión en el Nuevo Mundo junto con sus aliados franceses. La escasez de efectivos, por ejemplo, que presentaba Bernardo de Gálvez (Gobernador de la Lousiana, además de malagueño) era evidente. El Calbildo de Málaga prestó unos 200.000 reales y , junto otros 200.000 que puso personalmente el obispo, sumaron unos 400.000 recaudados solo en esta provincia para tal ardua empresa.
Y gracias a ello se consiguió. Los EEUU de Norte América eran ya un país independiente. España, por su parte, había recuperado un territorio perdido por la Guerra de los Siete Años, la Florida.
Tenemos que decir que las opiniones, llegados a este punto, son diversas pues siendo fieles a la placa situada en el arranque de la torre sur se recuerda que los fondos fueron a parar a la financiación de la guerra entre las Trece colonias e Inglaterra.
Pero en investigaciones recientes se cree, también, que parte de ese dinero pudiera haber ido destinado a la mejora del Camino de Antequera. Sea como fuese, lo que sabemos con certeza es que con cierto toque de humor y de cariño, la catedral, se ganaría el mote de La Manquita.
Colaboración especial de DesHistoria