Sófocles marcó el modelo de mujer vengativa en la literatura y el cine con Electra

Sófocles marcó el modelo de mujer vengativa en la literatura y el cine con Electra

La mujer combativa no es baladí en la literatura que sucederá a esta tragedia de Sófocles. La venganza como motor es frecuente en la cultura.

La figura de Electra que Sófocles nos presenta en su obra no es más que la de una muchacha dispuesta a sacrificar su vida en el intento por acabar con quien asesinó a su padre.

La venganza alrededor de la que gira la obra se materializa a partir de una fortaleza espiritual. Esta fuerza comienza a verse vagamente en la Tragedia Griega, con obras como Filoctetes y Edipo en Colono, pero que vemos que termina culminando en obras como Antígona y sobre todo, Electra.

Se trata de una venganza mucho más individualista y particular, pero que al mismo tiempo es ciertamente más cauta que las que inmiscuyen a familias enteras, como era el caso, por ejemplo, de las obras que acontecen al ciclo tebano (Edipo rey, Edipo en Colono, Los Siete contra Tebas, Antígona, etc.).

La visión de Electra

El temperamento rencoroso, vengativo y centrado de Electra, aunque también muy tendente a la contemplación y al llanto, determina los acontecimientos que suceden con la ayuda de su hermano Orestes, gracias al cual se termina por cumplir el cometido de tomar la revancha de la muerte de Agamenón, aunque ambos luego sientan remordimientos con respecto a ello.

Así, vemos cómo el modelo de mujer que Sófocles plasma en Electra es el de la última esperanza de una familia.

ELECTRA.- Pero una gran parte de mi vida se me ha quedado ya atrás, sin que se cumplan mis esperanzas. Y no resisto más, yo que sin padres me consumo, sin que ninguna persona amiga proteja, sino que, igual que una extranjera indigna, soy una administradora de la casa de mi padre. Así, con decoroso vestido, vago en torno a mesas vacías

(vv. 185-192).

Todas las ilusiones son volcadas en una joven segura de lo que piensa hacer, por mucho que vaya a ser juzgada o tratada de diferente manera que sus hermanos. Electra sabe que no cejará en su empeño hasta conseguirlo:

La venganza tiene nombre de mujer

Sin embargo, este modelo de mujer combativa no es baladí en la cultura y literatura que sucederá a esta tragedia de Sófocles. Muchos fueron los personajes femeninos que, en su deseo de reivindicar justicia, se asemejaron, de una manera o de otra, a la Electra que hoy tomamos como referente.

Sabemos que tradicionalmente la venganza ha tenido siempre un nombre de mujer, y esto se prueba ya antes de la publicación de la Electra de Sófocles con la existencia en la cultura griega de las erinias.

Estas son las personificaciones femeninas de la venganza cuyo propósito era perseguir a los culpables de los crímenes. Como son anteriores a los dioses, no pueden someterse a la autoridad de estos, ni siquiera a la de Zeus, por lo que estos mismos sienten aversión hacia estas figuras.

El papel de estas mujeres se ve reflejado en la tragedia Las Euménides, de Esquilo, obra que cuenta desde otro plano el argumento que se nos plantea en Electra, pues en la obra de Esquilo, Orestes, al matar a Clitemnestra en venganza por la muerte de su padre Agamenón, es perseguido por estas hasta ser absuelto por Atenea.

La mujer combativa en la Biblia

También encontramos similitudes con algunas de las mujeres bíblicas. Uno de los ejemplos más claros, sobreentendiendo el mito de Eva o la impalpable Lilit, es Tamar.

Princesa e hija del rey David de Israel, es hermana de Absalón y medio hermana de Amnón, quien, encaprichado de esta, decide fingirse enfermo para atraer a su hermana y poder violarla. Una vez ocurrido el suceso, Tamar confiesa la situación a su hermano Absalón, que decide vengarla en su nombre.

Eloisa y Abelardo, Tristan y isolda, romeo y julieta
En la Edad Media las historias de amor secreto a menudo eran trágicas, marcadas por la clandestinidad y las barreras sociales

Vemos que, aunque en este caso, el deseo de venganza es de la mujer, ha de ser su hermano quien lo lleve a cabo, como ocurre de manera similar con Orestes y Electra, que posiblemente no lo hubiera conseguido sin el apoyo de este.

El autor del Siglo de Oro Tirso De Molina reproduce este pasaje bíblico en un drama de honra y venganza al que bautiza con el simbólico nombre de La venganza de Tamar, tal y como nos ilustran estos versos de la obra:

TAMAR.- Presto, villano, has de ver

La venganza de Tamar. (vv. 2136-2137)

La leyenda china de Hua Mulán

Yéndonos un poco más lejos geográficamente, encontramos en la antigua China La balada de Hua Mulán (siglo VI), que enlaza directamente con el tema de la mujer, no tanto vengativa, sino más centrada en la lucha por la honra familiar.

Como sabemos, Mulán es una joven que decide hacerse pasar por hombre para luchar en la guerra en lugar de que lo haga su padre enfermo. Esto también trae relación con el especial afecto paternofilial que siente Electra durante toda la obra hacia Agamenón.

Yo iré a comprar caballo y una silla,
yo acudiré a luchar por nuestro padre.

Ella cree que su único cometido es honrar a su padre, y lo hace matando a Clitemnestra, al igual que Mulán es consciente de la importancia de la honra en su familia y decide disfrazarse de hombre para lograrlo y no ser vista de mala forma.

En la tragedia shakespeariana

Esta tragedia, sin embargo, también guarda cierto parecido con otra de las grandes obras de la historia del teatro.

No sonaría extraño que William Shakespeare escribiera Hamlet en 1601 habiendo tomado, puede que inconscientemente, influencia de la tragedia de Sófocles, ya que las similitudes son verdaderamente sorprendentes.

Todo gira en torno a un asesinato familiar, a una esposa que sustituye a su marido tras su muerte, y a una descendencia encolerizada por la muerte del padre que durante todo el argumento va detrás del asesino para acabar con él. Además, vemos cómo uno de los personajes desemboca en la locura cuando es su padre el que es asesinado, en este caso, por accidente.

Cuando Hamlet mata a Polonio creyendo que es Claudio, Ofelia, la hija de Polonio, cae en un estado de lamentación y locura innegables.

Su figura de mujer al borde del delirio por la muerte de su progenitor se relaciona con la imagen psicótica que Electra tiene, sobre todo durante la primera parte de la obra, como vemos en sus llantos.

Una joven incapaz de mantener por más tiempo la angustia de haber perdido a un padre que, en el caso de Ofelia, acaba en una muerte inevitable y, en el caso de Electra, termina por resignarse y, para evitar los remordimientos, acaba en el matrimonio:

OFELIA.- Nos deja, se va,

y no ha de volver.

No, que ya murió,

no vendrá otra vez…

su barba era nieve,

su pelo también.

Se fue, ¡dolorosa

partida! Se fue.

En vano exhalamos

suspiros por él.

Los Cielos piadosos

descanso le den

A él y a todas las almas cristianas. Dios lo quiera…

¡Eh!, señores, adiós

(Acto IV, escena XVII).

La mujer vengativa en la literatura del siglo XX

La mujer que va en busca de venganza llega, sin embargo, hasta nuestros días, en los que cobra un sentido mucho más empoderador.

De la venganza por el honor de una familia y de la lamentación de una mujer que se ha quedado desolada, encontramos los dos últimos personajes femeninos que, en este caso, buscan la venganza por su propio bien, sin pensar en lo que suponga para su círculo más cercano.

Carrie White es una joven adolescente cuya vida está férreamente censurada por la devoción asfixiante de su religiosa madre.

Recibiendo constantes burlas en el instituto por su mojigatería y su falta de voluntad, un día descubre que posee poderes psíquicos en momentos de extrema ira.

Cuando vuelve a ser humillada por todos sus compañeros en el baile del instituto, decide tomar con sus poderes la venganza sin tener piedad de nadie. Vemos que la personalidad rencorosa e iracunda que existe en la protagonista de la novela de Stephen King es la misma que Electra siente hacia su madre tras la tragedia.

Se volvió de espaldas. En su rostro pintado sus ojos enloquecidos miraban las estrellas. Se había olvidado de (¡¡EL PODER!!). Era el momento de darles una lección, el momento de poner las cosas en su lugar. Rió de forma histérica

(p. 197).

El resentimiento ciego es un valor que abunda en las dos jóvenes y que termina por llevarlas a conseguir justamente lo que no querían. Así, se dan cuenta de que tal vez la sed de sangre estaba simplemente atraída por el enfado:

Personajes femeninos en el cine

La misma mentalidad sangrienta tiene Beatrix Kiddo, una mujer que, a punto de casarse, es masacrada por una banda cómplice de Bill, el exnovio al que ella dejó para empezar una nueva vida fuera de los peligros y la violencia.

Este ataque la deja en un coma que durará cuatro años y del que despertará, deseosa de vengar su propia vida.

Este proceso de venganza que dura dos largometrajes dirigidos por Quentin Tarantino rodea el ambiente de rencor incontenible hasta culminar con la muerte de todos los que la hicieron daño, incluido Bill.

Carrie White y Beatrix Kiddo son dos mujeres contemporáneas que desempolvan esta nueva mitificación de Electra como una especie de femme fatale capaz de arrasar con todo a su paso por recuperar su dignidad como mujer, y no tanto por lo que pueda significar la familia, que en sus casos, es un concepto carente, ausente.

¿Qué podemos sacar en claro?

Hemos comprobado que durante muchos siglos y a través de diversas manifestaciones artísticas pero sobre todo, literarias, la figura de la mujer vengativa y dolorosa ha sido algo común en diferentes culturas.

Es una idea que resulta muy atractiva, por lo que no se trata de un concepto que vaya a extinguirse, sino que es circular, y que se va repitiendo a lo largo del tiempo. La mujer que vimos en Electra es en realidad una atemporalidad persistente, que, de una manera o de otra, es capaz de de alcanzar el presente día sin que apenas nos demos cuenta.

La personalidad de una Electra que se repite en el tiempo hace que nos preguntemos: y yo, ¿en qué femme fatale estoy pensando ahora?

Bibliografía

ANÓNIMO (Siglo VI). Balada de Hua Mulan (poema). Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Hua_Mulan

BIBLIA, 2º Carta de Samuel, 13; versículos 1-39.

KING, S. (1974). Carrie. Barcelona, Debolsillo (edición de 2014).

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SARAVIA de GROSSI, M. I. (1999). “Electra de Sófocles: Una interpretación”. Synthesis, 6. Recuperado de: https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.2736/pr.2736.pdf

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SÓFOCLES, Tragedias. Madrid, Biblioteca Clásica Gredos (Edición de 1998)