El Barroco tenía dos divisiones bien claras, que se marcaban tanto en la religión como en el arte: la tendencia católica y la protestante.
El Barroco católico se caracteriza por el uso propagandístico que se le daba, intentando siempre impresionar al espectador. Por otra parte, el Barroco protestante no aceptaba el Barroco católico y prefería un arte más sencillo y medido.
Tendencias barrocas:
Aparte de estas divisiones, sin embargo, encontramos en los inicios del Barroco varias tendencias que irán evolucionando durante todo el siglo XVII:
- Naturalismo: tendencia alejada del Renacimiento. Toma la naturaleza y la realidad como modelos por encima de la belleza, llegando a utilizar figuras vulgares y populares como personajes pictóricos. La realidad es tratada como ente observable y tangible, fiel. Abundan las naturalezas muertas, las composiciones florales, los kermesse y los paisajes. Aunque el país más representativo es Holanda, Caravaggio, italiano, es el máximo exponente. De autores holandeses hay Hals, conocido por sus retratos y considerado uno de los mejores preimpresionistas; Rembrandt, famoso por sus retratos, por ser un claro seguidor de Caravaggio y por su gran dominio del claroscuro, y Vermeer, de quien destacan las escenas burguesas y el juego de luces en cada cuadro.
- Barroco clasicista: tendencia que sigue el estilo renacentista e intenta establecer una relación entre el realismo y la pintura del Cinquecento o el Alto Renacimiento, centrándose en la idealización y perfección de la naturaleza y la belleza. Son pinturas nobles, normalmente frescos con escenas mitológicas y religiosas.
- Academicista: uniforma la práctica de la pintura, es decir, repite siempre la misma pauta, sin rechazar el realismo pero sí siguiendo unos ideales de belleza establecidos, lo que la hace monótona. El país que impulsa este estilo es Francia, con la Académie Royale de Peinture et Sculpture. El máximo exponente es Charles Le Brun, trabajador de Luis XIV y cuyos cuadros se encuentran en el Palacio de Versalles.
- Decorativismo: es el último gran estilo pictórico italiano. Se especializa en amplias
decoraciones de bóvedas y muros, con un sentido triunfal y grandioso, y se extiende por toda Italia. El pintor más reconocido es Pietro da Cortona, que destaca por la decoración de la bóveda del palacio Barberini.
Las principales escuelas barrocas
Las escuelas o academias eran una parte muy importante dentro del estudio como pintor. La gran mayoría de ellos eran analfabetos e incultos, pero todos solían haber estado en una academia u otra. Había incluso algunos palacios que habían pasado a ser pinacotecas, y acababan siendo academias tanto para pintores del país como para extranjeros. Las más importantes eran:
- Escuelas italianas. Coexistían diferentes escuelas por toda la península itálica. En Roma se encuentra Caravaggio, quien aplica el naturalismo más extremo a los temas clásicos y religiosos, lo que violaba el convencionalismo del decoro. De hecho, sus coetáneos rechazaron algunas de sus obras justamente por eso. En cuanto al estilo, también fue el impulsor del tenebrismo, que es, en esencia, el claroscuro más extremo, y la finalidad es remarcar aquellas partes donde hay sombra para resaltar así las zonas de claridad, que son las importantes.
El barroco napolitano
En Nápoles encontramos los caravaggistas, influenciados por la pintura del maestro cuando fue. Algunos de los más famosos son Artemisia Gentileschi, Carracciolo o José de Ribera.
En el norte estaba el sector del Seicento lombardo, un grupo de pintores de varios puestos de Lombardía, influenciados principalmente por Federico Borromeo, el arte de los cuales era complejo y con un colorido y posturas típicas del manierismo tardío, combinado con detalles realistas, una intensidad mística y una visión trascendental del Hombre y la fe. Los pintores más importantes de estas escuelas fueron il Morazzone, y Cercano (Accademia Ambrosiana) y Procaccini.
Escuela boloñesa
En Bolonia se desarrolló la Accademia degli Incamminati o dei Desiderosi a manos de los hermanos Carracci. Annibale Carracci, el más importante de los tres hermanos, tuvo una gran influencia en il Guercino y Sebastiano Ricci. El estilo clasicista también tuvo gran importancia a la Toscana.
El arte veneciano
Por último, mencionar la escuela veneciana, de gran nivel y calidad, lo que tenemos que vincular con el activo comercio de esta república con Oriente, desde donde también llegaban a Europa muchos pigmentos valiosos, como el lapislázuli. La pintura veneciana se aleja del tenebrismo de Caravaggio y mantiene las tendencias de Tiziano y el Veronés: gran cantidad de luz y color. El alemán Johann Liss y el italiano Evaristo Baschenis son los dos autores más relevantes de esta escuela.
- Escuelas flamencas. Dentro de los Países Bajos, es la región que se mantiene fiel al catolicismo, y sus cuadros se basaban principalmente en la pintura de Historia religiosa para a las Iglesias y la profana (mitología) para los palacios. El pintor más relevante fue Rubens, quien marchó a Italia y entró en contacto con las obras del Renacimiento. Esto hizo que su obra se caracterizara por la influencia del equilibrio de Rafael, la grandiosidad de las figuras humanas de Miguel Ángel, el cromatismo de Tiziano y el claroscuro de Caravaggio. Además, también destaca por las bellas carnaciones y el dinamismo y movimiento. Su escuela fue muy importante, y dos de sus discípulos más destacados fueron Van Dyck en los retratos y Jordaens en las escenas costumbristas.
- Escuelas holandesas. Al contrario de Flandes, es la zona protestante de los Países Bajos. Aquí el tema más utilizado es el de género, en especial los paisajes, los retratos, los cuales se desarrollan muchísimo, y los bodegones, con el fin de decorar las casas de los burgueses. La pintura de Historia queda en un segundo plano. Uno de los pintores más significativos fue Rembrandt, fiel seguidor de Caravaggio. Trató todos los temas, pero destacó por los retratos porque captaba la psicología y el alma de los personajes de una manera singular, incluso en sus propios autorretratos. Otro pintor también significativo fue Vermeer, centrado sobre todo en las escenas de interior. Solía pintar con el cuarto oscuro, por lo que algunos de sus cuadros tienen un punto de vista un poco oblicuo o extraño. Lo mejor de este autor era el trato de la luz; la combinación de tonos claros y oscuros para hacer sombras era excepcional en él.
- Escuelas francesas. Había tanto una tendencia tenebrista como una clasicista debido al contacto que recibían los pintores que iban a Italia a estudiar. La vertiente caravaggista era más lejana de la Corte, mientras que la clasicista se combina con el equilibrio solemne de Luis XIV. Finalmente, el Barroco clasicista terminó por ser el mayoritario. Muchos pintores tenebristas acabaron por pasarse al Barroco clasicista, como Simon Vouet, pero otros siempre habían sido influenciados por los Carracci. Los dos ejemplos más notables son Nicolas Poussin y Claudio de Lorena. Poussin fue el máximo exponente clasicista francés; su pintura está basada, como es obvio, en el equilibrio armónico, la razón y la suavidad. Claudio de Lorena se centró en los paisajes, y, más concretamente, en la percepción de la atmósfera y la luz, normalmente cálida.
- Escuelas españolas. Aunque España estaba pasando por una gran crisis socioeconómica las artes se alzaron hasta el punto de que denominamos a los siglos XVI y XVII como el Siglo de Oro Español. En cuanto a la pintura, esta era muy restringida a debido al rígido catolicismo de la monarquía española, pero eso no evitó que se crearan escuelas donde se enseñaba a pintar temas profanos o de género.
El arte barroco en España
En Valencia la escuela era significativa especialmente durante la primera mitad de siglo. Encontramos a Ribalta y Ribera, ambos caravaggistas y caracterizados por el uso de una gama de colores muy cálida, sacada de este escuela. Ribalta es conocido por su gran realismo, y Ribera por sus mártires, de dramatismo cruel y composición en diagonal.
Por otra parte, en Sevilla, ciudad de gran pujanza económica por haber centralizado el comercio peninsular con América y, en relación a esto, un importante centro cultural y artístico, encontramos una de las escuelas más importantes del reino, justamente por estos motivos. Uno de los maestros más importantes fue Pacheco, segundo maestro de Velázquez y gran pintor de retratos, y los pintores-discípulos más destacados fueron Zurbarán, que era el mayor exponente en bodegones místicos pero que también pintaba en gran medida escenas religiosas y sencillas, a la vez que un poco tenebristas; Murillo, naturalista por excelencia, acostumbraba a pintar la supuesta gracia femenina y el mundo infantil; Valdés Leal, más teatral y expresivo, deja de lado el dibujo y se centra en los colores, de los que fue un gran experto y, finalmente, Alonso Cano, que era pintor y escultor, presidió la Academia de San Fernando; en un principio se decantó por el tenebrismo, pero cuando conoció las obras venecianas siguió este estilo.
La escuela madrileña es, junto con la de Sevilla, una de las más importantes de España, porque era donde se encontraba la Corte, y, al igual que la ciudad andaluza, Madrid también era un destacado centro de cultura y arte. Estaba formada normalmente por pintores vinculados a la Corte que trabajaban como retratistas de la propia familia real o de la aristocracia cortesana, tanto de nobles como de eclesiásticos. El más importante, sin duda, fue Velázquez, pero hemos mencionar aparte otros pintores también relevantes: Juan Andrés Ricci, volcado en la pintura religiosa de técnica tenebrista; Antonio de Pereda, destacado también por la pintura religiosa y los bodegones, siempre con un tono moralizante y de estilo naturalista tenebrista; Juan Carreño de Miranda, siguiente Pintor de Cámara después de la muerte de Velázquez, se nota en sus obras la influencia de este y de la escuela flamenca y, finalmente, Claudio Coello, último pintor de cámara de los Habsburgo, que representaba paisajes y arquitecturas de fondo a la par que daba importancia a los personajes secundarios y los detalles.
Escrito por Apolo